La Iglesia católica de Kenia ha suspendido a un sacerdote por predicar el evangelio a ritmo de rap en la diócesis de Homa Bay, confirmaron las autoridades eclesiásticas.
El padre Paul Ogalo, de 45 años y quien oficiaba en la parroquia de Santa Mónica, en la localidad de Rapogi, fue suspendido el pasado día tres por un año para que “reconsidere su manera” de dar los sermones.
“Uso la música rap para traer (..) a los jóvenes a la Iglesia. Por tanto, los acerco a Cristo”, dijo recientemente el cura, quien también busca con ese estilo alejarlos de amenazas como las drogas y hacer que abracen causas de justicia social.
Algunos de sus seguidores, como Benard Oketch, de 28 años, no se han tomado nada bien la decisión de la jerarquía católica y han advertido de que dejarán de ir a misa.
“El padre Paul ha sido nuestro mentor. Él utiliza el lenguaje que entienden los jóvenes. Ha salvado a miles de jóvenes” de la droga, afirmó Oketch.
Pese a la suspensión, el “sacerdote rapero” podrá acudir a misa como un fiel más hasta que entienda, en palabras del vicario judicial Charles Kochiel, que hay otras “formas de hacer las cosas”.