PERCEPCIÓN DEL DOLOR

El amor lo cura todo

El amor, de acuerdo con estudios neurocientíficos, se ha asociado con las endorfinas que se liberan y efectos positivos en el sistema nervioso parasimpático

Pareja amorosa / Ilustración
Pareja amorosa / IlustraciónCréditos: Foto por monkeybusiness para elements.envato
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El amor lo cura todo - 18 Mar 24

Nuestras abuelitas sí que lo sabían. “El amor lo cura todo, cariño” solían afirmar tajantes y por eso hemos crecido con esa creencia. Hoy te voy a contar que las investigaciones al respecto han demostrado algunas emociones positivas como el amor pueden actuar como mecanismo natural para el alivio del dolor.

Es importante tener en cuenta que cada experiencia es subjetiva y que pueden conjugarse distintos factores en torno, como la personalidad y la historia de vida. Recientes estudios revelan que el amor, ciertamente, puede tener beneficios en nuestra percepción del dolor.

El amor, de acuerdo con estudios neurocientíficos, se ha asociado con las endorfinas que se liberan y efectos positivos en el sistema nervioso parasimpático. En el ámbito de la psicología, también se señala que las emociones positivas pueden disminuir la percepción del dolor o reducción del estrés.

De acuerdo con estudios realizados en la Universidad de Stanford, un sentimiento amoroso intenso puede proporcionar un alivio de dolor similar al de los analgésicos. El amor es química pura.

Los investigadores han estudiado los sistemas de recompensa en el cerebro y cómo influyen en el dolor. Son sistemas cerebrales profundos en los que interviene la dopamina, un neurotransmisor primario que influye en el estado de ánimo, la recompensa y la motivación.

Las zonas del cerebro que se activan con el amor intenso son las mismas que los analgésicos usan para la reducción del dolor, de acuerdo con Arthur Aron, profesor de psicología de la Universidad Estatal de Nueva York en Stony Brook.

En el estudio se pidió a un grupo de estudiantes integrado por mujeres y hombres, que llevaran fotos de su persona amada o de alguien a quien consideraran muy atractivo. Les mostraron las fotos mientras un estimulador térmico controlado por una computadora les generaba dolor leve en la palma de su mano. Su cerebro fue escaneado por una máquina de resonancia magnética.

Los científicos descubrieron que, al mirar la imagen de la persona amada, los estudiantes tenían una percepción más reducida del dolor que cuando veían la imagen del conocido atractivo. 

“Cuando pesamos en nuestro ser amado hay una intensa activación en la misma área de recompensa cerebral que se activa cuando se consume cocaína o se ha ganado mucho dinero”, afirma Arthur Aron. Una de esas áreas es el núcleo accumbens, un centro importante de recompensa cerebral.

En el estudio se tomó en cuenta que en otras ocasiones se había demostrado que la distracción aliviaba el dolor, por lo que también se evaluó el nivel de alivio del dolor mientras se les distraía con tareas de asociar palabras.

Los resultados mostraron que tanto el amor como la distracción reducían el dolor de igual manera y que ambas maneras de reducir el dolor usaban vías cerebrales diferentes.

Todavía falta analizar diferentes aspectos de esta teoría. Los científicos aún no se animan a aconsejarle a la gente que deje los analgésicos y en su lugar se enamore para evitar el dolor. El estudio es preliminar y será necesario investigar si este es un efecto de corto plazo y si podría reemplazarse con uno de largo plazo.

Después de todo, parece que las abuelitas estaban en lo correcto: el amor lo cura todo y que John Lennon no estaba nada errado al afirmar que todo lo que necesitamos es amor.

Padre e hijo / Ilustración / Foto Por kegfire para elements.envato