Propósitos

Empezamos enero con una serie de listas de propósitos para cumplir. Tenemos las ganas, motivación de iniciar un nuevo ciclo, un reformado yo que esta vez sí hará lo posible para comer sano, hacer ejercicio, levantarse temprano y no llegar tarde, así como aprender un idioma. Y pasan los días y nos llenamos de pretextos que se extienden por meses y cuando menos lo pensamos, termina el año y los propósitos quedaron en el intento. ¿Qué pasa, por qué no cumplimos nuestros propósitos de Año Nuevo?

Un estudio de la Universidad de Scranton en Pennsylvania señala que solo 8 % de las personas que se plantean propósitos, logra cumplirlos, es decir, 3 de 4 personas terminan el año igual que lo empezaron. Hoy te comparto algunos consejos para replantear los propósitos que seguramente hiciste para la última noche de 2022.

Primero que nada, es necesario que delimites lo más posible esos objetivos, porque la mayor parte de las personas hacen una lista en términos generales. Te sugiero que detalles cada elemento de tu lista e incluso te concentres en la forma en que lo lograrás. Te invito, pues, a crear una lista específica, un plan y una estrategia que sea fácil de seguir.

Existe un modelo de objetivos que se llama Smart y es de gran ayuda para que las metas sean claras. Se llama así por su acrónimo en inglés: S de specific; mientras más detallado sea tu objetivo, será mucho mejor. Encárgate de responder a las preguntas: qué, cuándo, cómo, dónde, con qué o quién.

M de measurable o medible: para que tu objetivo sea real debe haber forma de medir que se haya cumplido; involucra números en su definición, ya sea porcentajes o cantidades exactas y tiempos determinados. A, de achievable o alcanzable; debes hacer un pequeño análisis de lo que has hecho y alcanzado hasta ese momento, de esta forma sabrás si es posible o si resulta mejor hacerlo poco a poco.

R de realistic o realista. Aquí debes ser muy objetivo y estar consciente de los recursos que tienes para lograr tu propósito. Y finalmente, T de time o tiempo; agenda y ponle tiempo al objetivo para que seas capaz de descubrir si lo que haces es lo mejor para llegar a la meta en el tiempo.

No te autoimpongas metas inalcanzables; la mayor parte de las veces escribimos propósitos como: adelgazar 15 kilos y puede que sea específico, sí, pero quizá inalcanzable porque no sabes si tu organismo se siente capaz de hacerlo o estás en condiciones de cumplirlo.

Está bien que te empeñes en el resultado, pero si a lo largo del tiempo no te ha funcionado lo que haces para alcanzarlo, cambia la estrategia, rompe con ese patrón añejo y cambia las acciones encaminadas a cumplirlo.

Define un plazo más corto. ¿Qué tal si en vez de hacer propósitos de año nuevo haces propósitos a corto plazo? No se trata de cumplirlos unos meses y olvidarlos, sino de ponerte metas en cada peldaño rumbo al éxito. Baja ese nivel de exigencia y comienza paso a paso hasta llegar a la final. Crea una base con pequeños cambios y disfruta el camino rumbo a la meta. ¡Diviértete!

Te invito a anotar los progresos y hacerlos públicos, porque las resoluciones que se mantienen en secreto pueden ser difíciles de cumplir ante los primeros obstáculos; si tienes un grupo de amigos o compañeros con las mismas metas puedes encontrar con ellos motivación e incentivos para alcanzar tus objetivos.