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Dentro de los vastos recursos biológicos que nos brinda nuestro país, existen numerosas plantas que nos ofrecen grandes beneficios para nuestra salud y bienestar.
Entre ellas, hay un pequeño grupo del que hoy quiero hablarte, que es poco conocido para muchos mexicanos, pero que de igual manera representan una valiosa riqueza.
Se trata de las vainas comestibles; todas ellas plantas que pertenecen a la familia de las leguminosas, las cuales se caracterizan por su notable capacidad para fijar nitrógeno, uno de los principales nutrientes requerido por todos los vegetales y esencial para mantener la fertilidad de los suelos.
Así pues, te platicaré las principales aportaciones de algunas de ellas.
En primer lugar, te comentaré sobre el cuajinicuil o jinicuil, que es un árbol nativo de América, que se distribuye desde México hasta Sudamérica.
Su nombre en Náhuatl significa “pie torcido”, debido a la forma que adquieren las vainas que produce.
Éstas son de color verde a castaño y de textura leñosa, de unos 40 cm de largo por 6 de ancho.
En su interior contienen varias semillas cubiertas por una pulpa algodonosa de sabor dulce y sofisticado.
Por ello son muy apreciadas por quienes las conocen. Sus semillas también son comestibles cuando se cuecen y suelen cocinarse con frijoles o molerse para preparar un atole que se perfuma con vainilla.
Otra de las especies es el Guamuchil, que también es un árbol nativo de México, Centroamérica y Sudamérica. Es de tamaño mediano y crecimiento rápido, con una copa amplia y extendida.
Se da muy bien en clima caluroso o semidesértico y se adapta a cualquier tipo de suelo y terreno.
Hasta ahora no ha sido cultivado, pero se consumen las vainas de los árboles silvestres, las cuales son de color rojizo.
Estas vainas se comen crudas, al momento en que revientan.
Su sabor es dulce con toques ligeramente amargos. Es un fruto rico en proteína y fibra. Como planta medicinal, previene y cura las enfermedades estomacales y del intestino.
Como vainas comestibles también existen los llamados guajes, los cuales son el fruto de un arbusto o árbol bajo, originario del sur de México, Belice y Guatemala.
En condiciones óptimas es de rápido crecimiento, por ello en algunos países donde se ha introducido es considerado una plaga invasora.
Sus vainas, de color verde-morado, pueden contener unas 30 semillas, cuyo consumo se remonta hasta la época prehispánica.
Estas semillas, que tienen un sabor parecido al ajo, se comen crudas directamente de las vainas o se secan y tuestan como botana o se muelen para preparar salsas, sopas, aderezos y moles. El guaxmole es uno de sus platillos más conocidos.
Los guajes poseen un alto contenido nutricional, en particular de proteína, minerales y antioxidantes.
Por su alta capacidad de producir miel y polen, son importantes para la apicultura.
En la medicina tradicional se usan para eliminar parásitos y males estomacales, así como para tratar el reumatismo y para favorecer la cicatrización de las heridas.
Además, recientemente se han realizado algunos estudios sobre los compuestos químicos que contienen, los cuales revelan un potencial para prevenir padecimientos del corazón, hipertensión, arterioesclerosis, diabetes y Alzheimer.
Si tienes la oportunidad, disfruta entonces de estas ricas y benéficas vainas.