Las competencias de verano en París 2024 ya pintaban para ser históricas. Pero si aún tenían duda de ello, este viernes la ceremonia de apertura terminó por confirmarlo: por primera vez en la historia se izó la bandera con dos aros arriba y tres abajo. En efecto, la izaron al revés. Pero este error es una nimiedad si lo comparamos con otros escándalos relacionados con la bandera olímpica como, por ejemplo, el día que se la robaron.
La idea de crear una bandera que representara los Juegos Olímpicos surgió en 1914. Su diseño constó de cinco aros que representan los cinco continentes y se utilizaron los colores azul, amarillo, negro, verde y rojo, pues alguno de esos cinco colores está presente en todas las banderas del mundo.
El estreno de esta bandera sería en Berlín 1918, pero tras la Primera Guerra Mundial, las competencias se pospusieron hasta 1920. La sede también cambió a Amberes. Algunos dicen que fue como recompensa al gran sufrimiento que este lugar padeció durante la Gran Guerra, aunque también influyó mucho que vetaron de los juegos a Alemania hasta 1928.
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Finalmente, durante la apertura de los juegos de Amberes, la bandera hizo su debut junto con otro símbolo: soltar palomas. Las competencias se llevaron a cabo durante los siguientes días y al cierre del evento el medallero fue encabezado por Estados Unidos, Suecia y Reino Unido. Todo hubiera quedado ahí de no haber sido por un medallista estadounidense que le echó ojitos a la bandera olímpica.
El saltador de trampolín Harry Prieste se había llevado una medalla de bronce desde los 10 metros, pero eso no le bastó. Al final de los juegos, Prieste le contó a otro atleta del equipo estadounidense, Duke Kahanamoku, sus intenciones de llevarse consigo la bandera de los aros. Duke entonces le apostó unos cuantos dólares a que no era capaz de robársela.
Luego de la clausura de los juegos, Prieste y Duke se metieron en la madrugada al estadio olímpico. Prieste se trepó del mástil, descolgó la bandera y huyó junto con su compañero porque unos policías comenzaron a perseguirlos. Ya se imaginarán lo difícil que es alcanzar a atletas olímpicos.
Prieste ganó la apuesta y además llegó a Los Ángeles con la bandera olímpica en su maleta. Allí la guardó durante ochenta años hasta que decidió devolverla al Comité Olímpico en Sídney 2000, un año antes de su fallecimiento.
Como verán, hay cosas peores que izar la bandera al revés.
¡Atrévete a saber! Sapere aude!
@hzagal
(Oscar Sakaguchi y Héctor Zagal son conductores del programa de radio “El Banquete del Dr. Zagal en MVS 102.5 FM todos los miércoles de 22:00 a 23:00 y los sábados de 17:00 a 18:00)