OPINIÓN JENNIFER RAMÍREZ

¿Histeria colectiva por conciertos o no hay organizadores serios?

Los conciertos, festivales y eventos masivos son evidentemente un negocio que bien manejado es muy lucrativo y como tal, deben responderles a los que pagan.

Deseamos lo mejor a los organizadores y sus eventos, ojalá todo les salga bien.
Deseamos lo mejor a los organizadores y sus eventos, ojalá todo les salga bien.Créditos: Especial
Escrito en OPINIÓN el

El público del rock y el metal está sufriendo de manera ficticia o de manera real una época de eventos que dejan mucho en qué pensar respecto a su organización. Primero, el Hell and Heaven Open Air que cada año nos da algo de qué debatir, algo qué lamentar y algo que siempre nos queda a deber por muy superadas que tengan algunas de sus peores experiencias y aún con todos los esfuerzos que han hecho año con año para mejorar.

Pero todo lo que dejó detrás, y sí, aún viene arrastrando desde Live Talent ha creado una atmósfera de escepticismo sobre todo aquello que empiece a oler a mal planeado, a un titubeo de fecha, a una modificación de sede, de hora y hasta de ciudad de eventos que ya son esperados por los fanses del rock en las condiciones en que fueron anunciados.

No es para menos, aclaremos eso. Es verdad, que todos los públicos se merecen respeto, se merecen lo que pagaron por un espectáculo, se merecen disfrutarlo, de eso no hay duda y no hay debate. Es un contrato simple y llano de servicios, en el que una persona para por un servicio de entretenimiento y tiene derecho a todo lo que se le ofreció, como se ofreció y en el precio en el que se ofreció. Y obviamente, tienen derecho a enojarse si no se les cumple y mucho menos si no se les reditúa la diferencia y si no se les recompensa de alguna forma.

Ahora bien, ha habido algunos otros festivales y conciertos que en días recientes han mostrado inconsistencias. Se anunció con bombo y platillo desde hace meses, el Life After Death Horror Fest a realizarse el próximo fin de semana del viernes 1 al domingo 3 de diciembre con un gran cartel; primero se publicitó y se vendieron boletos para el Parque Bicentenario; cerca de un mes antes de su realización los organizadores sorprendieron a sus clientes diciendo que el evento cambiaría de sede, que sería en la misma CDMX y que se anunciaría en una conferencia de prensa posterior; llegó la conferencia, no se anunció el nuevo recinto porque el trato aún no estaba cerrado; total hace una semana confirmaron que la nueva sede será el Parque Cuitláhuac.

La avalancha de quejas en redes sociales, grupos de metaleros y fandoms de quienes ya tenían boletos no pararon, surgieron también memes, bromas y gente enojada de verdad aduciendo la falta de seriedad de los organizadores.

En otro ejemplo, el fin de semana pasado, el británico Glenn Hughes, uno de los legendarios vocalistas que ha tenido la mítica banda Deep Purple durante su extensa historia, se presentó en un lugar que muchos ni sabían que existía para conciertos de esta altura; de hecho, hubo un cartel que apareció por algunos días en que se había cambiado la sede del concierto que misteriosamente luego desapareció y el evento se mantuvo en el citado Foro 28; el tema de las quejas de los fans de Hughes era que el show no fue lo suficientemente publicitado como para que se enteraran y el lugar hubiera tenido la oportunidad de llenarse. Gracias a Glenn, a su banda y a su crew, el evento resultó en una gran noche. El propio Glenn comentó que realmente no le importaba presentarse en ese lugar, que sólo le importaba quienes allí lo fueron a ver y finalmente, fue lo que importó.

Hace más o menos una semana, fue confirmada una serie de tres conciertos de Till Lindemann, “el genio del metal industrial” y cantante de Rammstein en México. La primera fecha para el 31 de diciembre en la Plaza de Toros de Cancún, anunciada como un show especial de Año Nuevo; la segunda fecha el 2 de enero en el Showcenter Complex de Monterrey; y la tercera, el 4 de enero en el Centro de las Artes de San Luis Potosí; ésta última fecha anunciada como la fecha del concierto del cumpleaños de Till.

Desde entonces, los organizadores de estos eventos han estado muy atentos a la comunicación con sus clientes; primero, el 13 de noviembre informaron que, debido a la gran demanda de boletos, los servidores de su página web se habían saturado lo que causó problemas para acceder a comprar tickets, refirieron sin pudor que estaban muy emocionados ante una respuesta tan brutal; incluso, en días subsecuentes empezaron a publicar fotos de la gente haciendo fila en puntos de venta de boletos físicos.

Para el 14 de noviembre, la comunicación de la organización fue para confirmar que aún tenían boletos disponibles para las tres fechas; mencionaron un aforo de 4 mil 500 personas para Cancún; 5 mil para Monterrey y 4 mil 500 para San Luis Potosí.

Y finalmente, hace unos pocos días apareció un mensaje en la página de internet de la productora diciendo que el concierto de Lindemann en Cacún cambiaria no sólo de sede, si no de ciudad; aunque en sus redes sociales ni en su página han confirmado oficialmente dicha nueva ciudad, los grupos de fans ya saben dónde, otros más empezaron a especular y a criticar tal mudanza.

Todos estos ejemplos, me llevan a dos pensamientos: 1) ¿La sombra de Live Talent nos ha dejado tan mal en varios años que cualquier cambio por mínimo que sea en lo pactado en cuanto sedes, horarios y bandas, se convierte automáticamente en un escándalo de proporciones monumentales? Algunos internautas se preguntaban si no hay organizadores serios, aun desconociendo los detalles. Al respecto, hay ya una espiral en la que se lincha a quien sea, con razón o sin ella; todo mundo se queja y patalea, y es como si se los quisieran comer vivos o encenderlos en una fogata en el mismo infierno; y todo se ve reducido a que nadie ninguna productora, boletera, organizador o quién sea, tiene ni la más mínima posibilidad de equivocarse jamás o de modificar algún detalle, una vez anunciado un evento sin que esto pase; y 2) Los fanáticos están cada día más involucrados en exigir lo que merecen y por aquello por lo que pagaron, algunos dirían que ahora se quejan de más o que se quejan por todo, pero… ¿quién querría pagar por algo que no recibe y quedarse sin decir nada, quién se quedaría callado?

Como autocrítica podríamos decir que quizá en algunos casos hay una tendencia a magnificar o exagerar estas alteraciones en los planes originales (en el mejor de los casos) en detalles de la realización de eventos, pero en asuntos de masas, aunque la mayoría no tenga la razón, de menos es la que más ruido hace y la que impone sus narrativas. Si esa mayoría decide que son basura y seguirán siéndolo toda la vida, seguirán asegurándolo y le encontrarán fallas por donde sea y probablemente estarán cayendo sólo en la actitud de rechazo del todo, aun cuando se les pusiera enfrente lo mejor que hayan visto. A veces pasa.

Deseamos lo mejor a los organizadores y sus eventos, ojalá todo les salga bien, incluidas las cuentas; y a sus clientes, sigan exigiendo lo que pagaron, es lo justo. Los conciertos, festivales y eventos masivos son evidentemente un negocio que bien manejado es muy lucrativo y como tal, deben responderles a los que pagan.

TRACK BY TRACK

TRACK 01.- Glenn Hughes por fin estuvo en México. Cuando una persona tiene ganas de escuchar y ver a su ídolo de toda la vida, a una leyenda viviente del classic rock, no hay de otra que ir hasta donde sea, y literalmente, sea donde sea. El legendario músico británico, como ustedes saben, apodado “la voz del rock” cerró en la Ciudad de México el sábado pasado una gira que duró siete meses de este año y que lo llevó literalmente casi por todo el mundo, y por ende, a Latinoamérica y al cierre de la noche en cuestión con el Performs Classic Deep Purple Live con motivo de la celebración del 50 aniversario de “Burn”, uno de los álbumes más importantes de la banda y de la historia el rock. Un hombre sencillo, extremadamente meticuloso, perfeccionista y preocupado por dar lo mejor de sí, en un lugar sin lujos, sobrio, pequeño, con una atmósfera casi “underground” con un público que casi logra llenarlo. Glenn y su banda con todo el entusiasmo, profesionalismo, emoción y entrega que pudieron ofrecer a sus fans mexicanos a quienes prometió que volvería a visitar pronto. Glenn Hughes es en la realidad y sin afán de alardear, una leyenda viviente del rock, un excepcional ser humano y gran artista, músico impecable y cantante fuera de este mundo. Lástima si se lo perdieron, fue fuera de lo ordinario, y por mucho de lo ya mencionado, un recital inolvidable.

TRACK 02.- Sammy Hagar y David Lee Roth revivirán éxitos de Van Halen. Si de giras que van a dar de qué hablar en los próximos días nos referimos, ésta sin duda es una. Para empezar, unos meses tras la muerte del Eddie Van Halen, David Lee Roth había anunciado casi convincentemente que no podría seguir una carrera musical sin Eddie y obviamente sin la familia Van Halen que por entonces ya había hecho pública su decisión de no seguir más con la carrera de la banda, obviamente, no sin el imprescindible guitarrista. En aquel momento, la decisión de Dave pareció algo precipitada por el dolor de la pérdida y la desorientación de no saber a dónde mirar con algo tan abrumador; pero es ahora cuando Sammy Hagar, que también fue miembro de Van Halen anunció una gira de la superbanda que conformó con su compañero de banda en Van Halen, Michael Anthony (bajo, coros), Jason Bonham de Black Country Communion (batería), y Joe Satriani, quien estaría interpretando las partes de guitarra del mítico “King Edward”. Hagar habría invitado a Alex Van Halen y a Roth a unirse a esta gira y aparentemente este último habría aceptado. Las presentaciones están previstas para julio y agosto de 2024 sólo en Estados Unidos, ha sido llamada “The Best of All Words Tour 2024”, nombre que refiere al álbum recopilatorio de Van Halen de 2004 que contiene grandes himnos de la banda, y por ende, el setlist de la gira también. Además de ser una gira con espléndidos músicos, un punto que va a dar más para comentar, es el que vendrá cuando Wolfgang Van Halen, dijo de Eddie, y al parecer el guardián del legado musical de la banda, se pronuncie al respecto. Wolf, nunca se ha reservado una opinión por muy agria, desenfadada o recalcitrante cuando algo no le gusta; y desde el principio, expresó que no es partidario de hacerle si quiera un homenaje a su padre que involucre la idea de que otros toquen su música. Así que, sin duda, esperar la reacción de Wolfie, será interesante, pero sobre todo en demasía divertida. Seamos pacientes y compremos palomitas para acompañar.

TRACK 03.- Paul McCartney nunca había escuchado a Rush. En estos días que Sir Paul McCartney paralizó y cautivó a la Ciudad de México por su par de presentaciones en el Foro Sol con llenos espectacularmente totales, han surgido varias historias y anécdotas recientes y no tanto, sobre el exbeatle. Una que se hizo viral en redes, es una historia rescatada, pero  originalmente publicada por la revista Rolling Stone a propósito de los homenajes que se rindieron al baterista fallecido de los Foo Fighters, Taylor Hawkins y en los que participaron Geddy Lee y Alex Lifeson, miembros sobrevivientes de Rush. En uno de los ensayos, Dave Grohl apareció para decirles que justo al lado estaba McCartney y que él mismo le había confesado a Grohl que nunca antes había conocido a ninguno de los Rush, así que ese día en Los Ángeles, se conocieron. Y no sólo eso, Geddy contó a la revista que Sir Paul nunca había escuchado su música antes, pero se quedó al show, Lee mencionó que Paul “tenía mucha curiosidad porque la gente probablemente le había hablado de ellos” y tras su participación en el homenaje de Hawkins fueron a tomar unos tragos, y fue ahí donde McCartney los animó a Geddy Lee y a Alex Lifeson, a continuar con las giras, las cuales dejaron de hacer tras la pérdida de Neil Peart. Si las giras de Rush vuelven, ya saben que se lo deben al sermón que les dio McCartney.

Recuerden que la mejor música es la que se escucha ¡a todo volumen!

@Jenn_Ramirez_