NUEVO LEÓN

¿Quién era Mariana Vela?, la religiosa sampetrina que murió en accidente de Arteaga

Mariana Vela falleció junto con otras tres mujeres después de ser embestidas por un tráiler en la carretera 57 en el municipio de Arteaga en Coahuila, era integrante del Opus Dei.

El auto en el que viajaban las religiosas quedó prensado entre dos tráileres, falleciendo cuatro de las mujeres de manera instantánea en el lugar y una más resultó gravemente herida.
El auto en el que viajaban las religiosas quedó prensado entre dos tráileres, falleciendo cuatro de las mujeres de manera instantánea en el lugar y una más resultó gravemente herida.Créditos: Opus Dei/ Facebook
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Luego de perder la vida en un accidente registrado en la carretera Matehuala-Saltillo, a la altura del kilómetro 226, entre el entronque con la carretera a San Antonio de las Alazanas y Los Lirios, la comunidad del Opus Dei externó sus condolencias para las familias de las cuatro mujeres religiosas, entre ellas Mariana Vela.

"Aceptando filialmente la voluntad divina en estos momentos de profundo dolor y tristeza nos unimos a la oración de muchas personas de la Obra y amigos por el eterno descanso de todas las involucradas y por el pronto consuelo de sus familias, a quienes enviamos un sentido pésame", expresó la institución jerárquica de la iglesia católica.

En el percance vial fallecieron: Carla Angulo, de Culiacán; Soco Solorzano, de Guadalajara; Lydia García, de la Ciudad de México y Mariana Vela, de Monterrey.

Loretta Limón, de Chihuahua, sobrevivió al accidente, pero se encuentra en estado grave en el hospital de Arteaga.

¿Quién es Mariana Vela?

En la página del Opus Dei se destaca que Mariana Vela estudió Negocios Gastronómicos en la Universidad Regiomontana, y este año acababa de terminar un curso de autoconocimiento y proyección profesional, con mucha ilusión por seguir desarrollando su proyecto de vida.

Se había especializado en la Administración de los centros del Opus Dei. 

"Era muy buena para hacer hogar, cuidando cada detalle de la casa con auténtico cariño. En los últimos meses si le preguntabas cómo estaba, decía: “Muy bien, estoy feliz”", reconoció la organización religiosa.

"Era una mujer que se distinguía por su alegría, y por siempre hacer reír a los demás con sus buenos consejos, chistes, anécdotas divertidas. Le encantaba jugar frontón y pádel, y se reía de ella misma porque quería siempre dejar todo el corazón en la cancha".