La llegada del polvo del Sahara ha marcado un impacto notable en la calidad del aire en la zona metropolitana de Monterrey, según informó hoy el Instituto de Ecología del Estado. Este fenómeno natural, transportado a través del océano Atlántico, ha elevado los niveles de partículas PM2.5 a valores significativos.
El director del Instituto de Ecología, en un video que compartió a través de sus redes sociales, explicó que la presencia del polvo del Sahara está prevista para intensificarse durante la tarde de hoy, alcanzando hasta 30 microgramos por metro cúbico de polvo según mediciones de plataformas como EQ Air y Windy. Este incremento se atribuye principalmente al transporte de partículas desde el desierto africano hasta la región.
Además, se destacó que la presencia simultánea de incendios forestales en Canadá ha intensificado la situación, afectando la calidad del aire no solo en Estados Unidos, sino también en el norte de México. Esta combinación de factores subraya la importancia de monitorear de cerca los efectos del polvo en la salud pública y el medio ambiente.
Te podría interesar
El Instituto continuará evaluando y reportando cómo estas condiciones afectan la calidad del aire en la zona metropolitana de Monterrey, instando a la población a tomar precauciones adicionales, especialmente aquellos grupos sensibles a la contaminación atmosférica.
¿Qué es el Polvo del Sahara?
El Polvo del Sahara consiste en una masa de partículas finas transportadas por los vientos desde el desierto africano. Este fenómeno natural puede tener diversas repercusiones ambientales y atmosféricas al llegar a México, incluyendo alteraciones en la calidad del aire y cambios visibles en el color del cielo.
Te podría interesar
Su llegada a México suele ocurrir entre junio y julio, extendiéndose también durante los meses de julio y agosto, aunque la fecha exacta puede variar dependiendo de las condiciones atmosféricas y los patrones de viento.
Los estados que probablemente sean más afectados por el Polvo del Sahara este año incluyen la Península de Yucatán (Quintana Roo, Campeche y Yucatán), Tamaulipas, Veracruz y el noreste de México, especialmente Nuevo León, Coahuila y Tamaulipas. Sin embargo, la dirección del viento puede llevar el polvo a otras regiones del país.