El tren "El Regiomontano", ícono del ferrocarril mexicano, está listo para regresar a la ruta entre la Ciudad de México y Monterrey, recordando así su 'época dorada'.
Inaugurado por Ferronales el 7 de abril de 1987, este tren se destacó por su modernidad y confort en una época en la que el servicio de ferrocarriles estaba en declive.
A partir de 1972, el servicio de ferrocarril de pasajeros en México sufrió una notable disminución debido a la falta de mantenimiento y la obsolescencia de equipos. Las tarifas bajas no lograban generar los ingresos necesarios para modernizar o mantener adecuadamente las unidades, lo que llevó a una degradación generalizada del servicio. Sin embargo, “El Regiomontano” logró impulsar nuevamente el uso de trenes en aquella época.
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¿Con qué contaba este tren?
Con un enfoque renovado en confort, puntualidad y calidad, el tren “El Regiomontano” ofrecía una experiencia de viaje superior, con carros de primera especial, dormitorios modernos, bar, restaurante y observatorio. Estos servicios se alineaban con el objetivo de Ferronales de elevar el nivel del servicio de ferrocarriles en el país, haciéndolo competir con las opciones de transporte más rápidas y eficientes de ese entonces.
¿Cuál era su recorrido y costo del boleto?
El tren cubría la ruta entre la Ciudad de México y Nuevo Laredo, realizando paradas en San Luis Potosí, Saltillo y Monterrey; su puntualidad fue un aspecto muy apreciado, especialmente en Monterrey, esto debido a las necesidades en la industria.
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El costo de los boletos variaba según el tipo de servicio, desde $159 para primera clase, hasta $305 para una alcoba. Estos precios reflejaban el lujo y la comodidad ofrecidos a bordo, una característica que ayudó a consolidar “El Regiomontano” como una opción preferida para los viajeros en ese entonces.
El regreso de “El Regiomontano” promete revivir el esplendor de una era dorada del ferrocarril mexicano, ofreciendo una experiencia de viaje única que mezcla nostalgia con modernidad.