El cempasúchil, conocido como la flor de los muertos, es un símbolo esencial de la celebración del Día de Muertos en México. Se cree que su aroma guía a las almas de los difuntos de regreso a casa y les da la bienvenida.
Esta flor adorna los altares con su característico tono, entre amarillo y naranja, y es considerada un vínculo entre ambos mundos, recordando a los vivos la importancia de honrar a sus seres queridos.
Y si verlo en los altares ya es bonito, imagina ver un campo lleno de estas flores, rodeado por montañas, con el viento perfumado por el aroma que desprenden. Ese lugar existe en Nuevo León.
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A tan solo 40 minutos de Monterrey, se encuentra el Jardín de Cempasúchil “El venadito”, un lugar mágico que atrae tanto a locales como a turistas.
El jardín, ubicado en plena sierra de Santiago, ofrece un espectáculo visual único. Durante la temporada de floración, que va del 12 de octubre al 9 de noviembre, los visitantes pueden sumergirse en un mar de cempasúchil, admirando su vibrante color y su significado profundo en la tradición mexicana.
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¿Cómo llegar al campo de cempasúchil en Nuevo León?
Para aquellos que desean visitar este espléndido jardín, llegar es sencillo. Desde Monterrey, toma la Carretera Nacional en dirección a Santiago. Al llegar al centro de la plaza del Cercado, gira a la derecha hacia la Cola de Caballo. Este trayecto pintoresco te llevará a través de paisajes deslumbrantes hasta tu destino final. El tiempo de viaje aproximado es de dos horas, lo que lo convierte en una escapada perfecta para un día.
La flor de cempasúchil no solo embellece nuestro país, sino que también cuenta con un simbolismo profundo. Históricamente, los mexicas usaban estas flores para guiar a las almas hacia los altares en el Día de Muertos. La majestuosidad de este jardín no solo resalta la importancia cultural de la cempasúchil, sino que también invita a todos a conocer y apreciar esta tradición mexicana.
¿Qué hacer en el campo de cempasúchil en Nuevo León?
Además de tomar fotos muy instagrameable. Ya en el jardín no debes dejar pasar la oportunidad de capturar momentos inolvidables en este entorno florido. Y por supuesto, de llevarte un ramo para perfumar tu casa.
Los visitantes también tienen la oportunidad de adquirir productos artesanales cultivados por la comunidad local, que incluyen jaleas, licores y dulces tradicionales. Estos productos no solo son deliciosos, sino que también apoyan la economía local, fomentando el desarrollo sostenible de la región.