¿Quién es Delia Patricia Buendía, ‘Ma Baker’, líder del Cártel de Neza?

Esta mujer rompió con la historia de otros jefes criminales, al ser mucho más joven y no haber sido originaria ni haber crecido en la sierra alejada en alguna provincia.  

Delia Patricia Buendía, ‘Ma Baker’.
Delia Patricia Buendía, ‘Ma Baker’.Créditos: Cuartoscuro y Redes Sociales
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El crimen en México ha pasado por muchas facetas y para ellos se ha necesitado de personajes de todo tipo para encabezar y permitir su desarrollo primero en la oscuridad y luego mucho más abiertos. La mayor parte de las primeras cabezas del narcotráfico fueron hombres, pero también hubo mujeres como Delia Patricia Buendía, alias ‘Ma Baker’.  

Esta mujer rompió con la historia de otros jefes criminales, al ser mucho más joven y no haber sido originaria ni haber crecido en la sierra alejada en alguna provincia.  

Delia nació y creció en la Ciudad de México, en 1957, justo en el corazón del Barrio Bravo de Tepito; donde vivió rodeada de drogas de familiares y vecinos que vendían marihuana y cocaína.  

En ese entonces el tráfico de drogas era ya una actividad común en su entorno, al punto que eran las niñas lasque vigilaban los puntos de venta de narcóticos.    

Aunque también tuvo trabajos legales como cajera e incluso trabajadora de limpieza para la Secretaría de Educación Pública; Delia llevaba al mismo tiempo la venta de drogas al menudeo.  

En su primer matrimonio tuvo tres hijas, pero se divorció para estar con un comerciante de apellido Pichardo, con quien formó una dupla criminal, de venta de drogas y piratería en Tepito.  

Su carácter fuerte la llevó a tener problemas con otros vendedores de narcóticos en la colonia Morelos, por lo que tuvieron que dejar ese barrio y mudarse a Nezahualcóyotl, Estado de México.  

El nacimiento del Cártel de Neza

En Neza reclutó a sus primeras vendedoras de drogas, quienes eran sus hijas Nadia, Norma y Gabriela, quienes llevaban el producto hasta las excursiones escolares, fiestas y sonideros.  

Al paso del tiempo, también reclutó a las parejas de sus hijas, “El Fer”, “El Tabique” y “El Águila”; este último era hijo de Carlos Morales Correa, un alto jefe operativo de la Secretaría de Seguridad Pública del Distrito Federal en los tiempos en que el PRI gobernaba la capital del país. 

Así Delia Patricia se dio cuenta de lo importante que sería tener protección de la policía, lo cual se convirtió en una necesidad para seguir creciendo.  

Esa necesidad de crecimiento la llevó hasta formar pactos con gente que trabajaba para los hermanos Arellano Félix, del Cártel de Tijuana, quienes prometieron abastecerla con tanta droga que sus problemas de contratación se resolverían.  

Así pasó de comprar ladrillos de droga en la colonia Guerrero, hasta recibir cargamentos enteros en el aeropuerto capitalino; además de utilizar todos sus contactos en Tepito y Neza para llevar la droga a Querétaro y Puebla.  

Un reportaje del semanario Proceso afirmaba que el los años 90, la organización que formó Delia Patricia llegó a vender hasta 300 mil dosis de cocaína por mes y a controlar más de 500 narcotienditas. 

De acuerdo con el periodista Óscar Balderas, fueron tres factores los que ayudaron a Delia Patricia: el primero fue que creó un fuerte andamiaje similar al empleado por los cárteles del Norte y Pacífico; la protección que consiguió de policías, ministerios públicos, procuradores que tanto la cubrían, como intimidaban a quien se opusiera; y el tercer factor fue su violenta, despiadada, fría forma de ser.  

Para 1999, su grupo era tan fuerte que comenzó a ser llamado el Cártel de Neza, y a ella se le dio el alias de "Ma Baker"; en tiempos en que llegaba a ganar 5 millones de pesos semanales.   

El dinero en efectivo comenzó a ser un problema, pues ya no podía mantenerlo oculto en casas, así que decidió invertir en más de 100 empresas para lavar ese dinero e introducirlo al sistema legal.  

"Compró autolavados, tiendas de telefonía, restaurantes de comida china y su mejor negocio: la Arena Neza y sus funciones de lucha libre", apunta Balderas. 

Los altos funcionarios del gobierno federal minimizaron sus logros, e incluso negaban su existencia, pues reconocerla implicaba que tenían que detenerla, y perder los sobornos.  

La caída de 'Ma Baker'

En 2002, “Ma Baker” ordenó el asesinato de Mario Roldán, director adjunto de Enlace Operativo de la desaparecida Fiscalía Especializada para la Atención de Delitos contra la Salud.  

Después ordenó otros tres homicidios en menos de un mes, en los cuales perdieron la vida: Arturo Pérez Estrada, responsable de la base Plata en la delegación Iztapalapa; Guillermo Robles, director de Operaciones Mixtas de la Secretaría de Seguridad Pública de la capital del país, y Nicolás Humberto Jiménez, agente del Ministerio Público Federal.  

Fue esta serie de asesinatos la que dio la alerta a las autoridades sobre que la mujer estaba descontrolada y había que ponerle un alto; por lo que el 19 de agosto de 2002, un operativo llegó hasta su casa en la colonia La Perla, en Neza.  

Con ella cayeron dos de sus hijas y dos yernos. Sólo Gabriela y su esposo, “El Águila”, pudieron escapar del operativo, pero dos años más tarde serían arrestados sin dinero, poder ni contactos.  

"Ma Baker" fue enviada al pabellón de máxima seguridad del penal femenil de Santiaguito, en Almoloya de Juárez, Estado de México, donde sigue atada a una sentencia de 60 años de prisión; teniendo en ese momento sólo 45 años de edad.  

Tras la captura de Delia Patricia, quedó libre el cártel y cientos de narcomenudista que sólo esperaban volver a tener una estructura, lo cual dio como resultado la creación del llamado cártel de "La Unión Tepito". 

En junio pasado, la Secretaría de Seguridad Ciudadana de la Ciudad de México y la Guarda Nacional realizaron 10 cateos en las alcaldías Gustavo A. Madero y Cuauhtémoc, en donde encontraron call center que se dedicaban al fraude, la extorsión y la venta de drogas.  

Entre todo lo hallado y las personas detenidas, surgió un nombre que llamó la atención, era el de Norma, una de las hijas de Delia Patricia Buendía, "Ma Baker", quien al salir de prisión volvió al negocio familiar, siendo quien manejaba los call centers, con ayuda de su hijo pequeño.