MULTAS

¿Cuál es la multa por maltrato animal en CDMX si dejo a mi perro en la azotea?

La Ley de Protección y Bienestar Animal de la CDMX no se anda con bromas cuando se trata del bienestar de nuestros amigos peludos. Te decimos la multa por dejar a tu perro en la azotea.

Dejar a tu perro en azotea es considerado maltrato animal
Dejar a tu perro en azotea es considerado maltrato animalCréditos: Cuartoscuro
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Imagina esto: un día soleado en la Ciudad de México, y tú, con mil cosas por hacer, decides dejar a tu perro en la azotea mientras sales a hacer tus mandados. Parece una solución rápida, ¿no? Pero, ¿alguna vez te has preguntado si esta práctica tan común podría meterte en problemas legales? Pues agárrate, porque la respuesta podría sorprenderte.

¿Me pueden multar por dejar a tu perro en la azotea?

Vamos al grano: sí, te pueden multar, y no es broma. La Ley de Protección y Bienestar Animal de la CDMX no se anda con bromas cuando se trata del bienestar de nuestros amigos peludos. De acuerdo con el artículo 24, dejar a tu perro en la azotea sin protección contra el sol y la intemperie se considera maltrato animal. Y no, no es una exageración de los "amantes de los animales", la ley es clara: privar a tu mascota de aire, luz, alimento, agua, espacio adecuado o abrigo contra la intemperie es un acto de crueldad que puede ser sancionado.

¿Cuál es la multa por maltrato animal en CDMX si dejo a mi perro en la azotea?

Ahora, prepárate para el golpe al bolsillo. Las multas van desde 1 hasta 150 veces la Unidad de Cuenta de la CDMX, esto significa que podrías estar pagando desde 103.74 pesos hasta 15,561 pesos. Y eso no es todo, también te pueden mandar al "rincón de los castigados" con un arresto administrativo de 24 a 36 horas. Pero ojo, si la cosa se pone fea y se comprueba que hubo maltrato severo, falta de atención médica o tortura, las consecuencias pueden ser mucho peores.

Es importante tener en cuenta que dejar a tu perro en la azotea también puede traer consecuencias negativas para su salud, por ejemplo:

  • Golpe de calor por las altas temperaturas.
  • Deshidratación al no tener acceso a agua fresca.
  • Caídas, ya que por lo general las azoteas no son seguras.
  • Estrés y ansiedad debido al aislamiento y la falta de estimulación.