CDMX

Conmemoración de llegada de franciscanos, oportunidad para rehabilitar Centro Histórico: Desde la Fe

La Iglesia Católica indicó que este aniversario también una oportunidad para reconocer y revalorar el espíritu de evangelización y servicio con el que los primeros misioneros llegaron a estas tierra.

Créditos: Cuartoscuro
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La Iglesia Católica comenzó la conmemoración por los 500 años de la llegada y presencia de los franciscanos en México, por los que afirmó que, sin duda se trata de un aniversario imperdible, que no solo es de gran interés para especialistas, investigadores y mexicanos en general, sino que también abre la puerta para una estrategia de rehabilitación de la vida pastoral y de comunidad en los antiguos barrios del Centro Histórico de la Ciudad de México, perdidos entre comercio, la delincuencia, la pobreza y la prostitución, lo cual es una gran noticia.

En el semanario Desde la Fe, explicaron que la celebración contempla una serie de iniciativas que van desde conferencias, talleres y conciertos, hasta exposiciones, homenajes a personajes como Fray Pedro de Gante -quien abrió la primera escuela para indios de América-, e indulgencias plenarias en algunos templos del Centro Histórico de la Ciudad de México.

En la editorial se explicó que la celebración de estos 500 años es una iniciativa de la Arquidiócesis Primada de Mèxico, a través de la Dimensión de Bienes Culturales y la Coordinación de Estudios Patrimoniales de la Cuenca de México, así como de varias parroquias del Centro Histórico, quienes han hecho un gran esfuerzo por ofrecer una serie de experiencias culturales de la más alta calidad, a fin de estimular el diálogo y la convivencia, así como promover y revalorizar los recintos y espacios religiosos y culturales, pues son estos los que le otorgan un valor especial a este primer cuadro de la metrópoli.

Indicó que este aniversario también una oportunidad para reconocer y revalorar el espíritu de evangelización y servicio con el que los primeros misioneros llegaron a estas tierras, para trabajar ahora, como mexicanos, en la sinodalidad, en la confianza, en la mutua ayuda, y en los valores que nos hagan fortalecer los lazos como nación.

"Definitivamente, México no se puede entender sin el espíritu de amor y fraternidad heredado de los primeros evangelizadores: paz y bien".