Inseguridad, movilidad y nuevo orden político, los retos del próximo Jefe de Gobierno de la CDMX

La mayor disputa para ganar la Jefatura de Gobierno se ha dado entre dos mujeres.

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El que fuera desde 1997 el mayor bastión perredista del país, en 2018 el futuro político de la CDMX por primera vez podría quedar en manos de un partido distinto.

Aunque hay 7 candidatos a la Jefatura de Gobierno, la mayor disputa se ha dado entre dos mujeres que en su momento lucharon por la misma causa y pertenecieron al mismo instituto político.

Claudia Sheinbaum de la coalición Morena, Encuentro Social y PT y Alejandra Barrales de la alianza PRD, PAN y Movimiento Ciudadano se medirán en las urnas frente a Mikel Arriola abanderado por el PRI.

Mariana Boy del Partido Verde, Purificación Carpinteyro de Nueva Alianza, Marco Rascón del Partido Humanista y la independiente Lorena Osornio también aparecerán en la boleta.

Quien resulte ganador en la contienda el 1 de julio deberá enfrentar y combatir la inseguridad que se ha colocado en sus niveles más altos y ha trastocado la tranquilidad de los capitalinos con asaltos, extorsiones, robos, secuestros y hasta ejecuciones como la registrada apenas la semana pasada en una cervecería de la colonia del valle cuando hombres armados llegaron a disparar directamente en contra de una pareja ante la vista de comensales.

De acuerdo con el Boletín Estadístico de Incidencia Delictiva presentado por la Procuraduría capitalina en enero pasado, los delitos de alto impacto registrados durante 2017 colocaron a la capital del país en el lugar 23 a nivel nacional.

Sin embargo, el Observatorio Nacional Ciudadano alertó apenas en marzo pasado que la Ciudad de México vive una crisis en materia de seguridad pública, fundamentalmente por el crecimiento que han mostrado en los últimos años los delitos de homicidio doloso, robo a transeúnte y a negocio.

La organización detalló que tan sólo el homicidio doloso llegó a su nivel “máximo de los últimos 21 años” al registrarse una tasa de 12.31 por cada 100 mil habitantes, mientras que el robo a transeunte ocupa el segundo lugar a nivel nacional con una tasa de 239.23 por cada 100 mil habitantes. 

Y aunque se ha insistido en que en la capital del país no opera el crimen organizado, basta con recordar aquél del 20 de julio del año pasado cuando la Secretaría de Marina encabezó un impresionante operativo en el que fue abatido el líder del cártel de Tláhuac, Felipe de Jesús Pérez Luna, alias “el Ojos”.

Otro de los grandes pendientes que deberá enfrentar y agilizar el próximo gobierno es la reconstrucción de las zonas dañadas por el sismo del 19 de septiembre.

Cientos de familias continúan fuera de sus hogares y en muchos casos aún sin certeza de lo que ocurrirá con sus viviendas.

Los temas de movilidad y conectividad urbana son de las demandas más sensibles de capitalinos que diariamente hacen 34.5 millones de viajes de acuerdo con cifras del Inegi 2018.

Según el índice TomTom Traffic presentado en 2017, por segundo año consecutivo, la Ciudad de México obtuvo el nada honrroso primer lugar con mayor congestión vial del mundo.

El tiempo de viaje adicional que los conductores pasan en el tráfico a cualquier hora del día se incrementó hasta 66 por ciento en 2016, mientras que de 2010 a 2015, este porcentaje se había mantenido por debajo del 60 por ciento.

Otros rubros que deberá atender de manera prioritaria el próximo Jefe de Gobierno son: La calidad del aire, el manejo de residuos sólidos, la falta de agua en diversas colonias, así como el reordenamiento y mejoramiento del transporte público.

Además, el nuevo orden político de la Ciudad de México derivado de la primera Constitución publicada en 2017 propiciará una nueva coordinación entre el gobierno central y las alcaldías, ya que desaparecerán las jefaturas delegacionales y surgirá la figura de concejal de ayuntamiento, mientras que la Asamblea Legislativa se convertirá en Congreso local.