Las niñas, niños y adolescentes que migran por México —acompañados o solos— siguen expuestos a graves riesgos, advirtieron especialistas del Instituto Mora, Plan Internacional y la Universidad Iberoamericana, tras entrevistar a menores en movilidad en Tijuana, Ciudad Juárez y Reynosa entre noviembre de 2024 y febrero de 2025.
Las principales problemáticas detectadas fueron: violencia familiar en los lugares de origen, abusos sexuales, reclutamiento forzado por el crimen organizado, inseguridad en albergues y rechazo social.
Muchos menores dijeron huir de su propio hogar por amenazas del padre o del padrastro, señalaron. Además, mencionaron que los albergues suelen estar en zonas peligrosas, expuestos a grupos armados.
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También detectaron una fuerte discriminación: Ni siquiera los niños mexicanos migrantes son bien recibidos. Hay xenofobia incluso hacia menores indígenas o haitianos que no dominan el español, advirtieron.
Esta exclusión impacta directamente en el derecho a la educación: mientras que en sus lugares de origen casi todos asistían a la escuela, en ciudades como Tijuana solo el 44 % logra hacerlo.
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La salud mental es otro punto crítico. Hay una atención casi nula a los traumas emocionales que traen los menores. Todo se enfoca en lo físico, denunciaron.
Plan Internacional informó que solo en 2024 atendieron a más de 54 mil personas, 21 mil de ellas niñas y adolescentes. “Muchos niños se arrepienten de haber migrado. Viven atrapados, sin escuela, sin ayuda psicológica y sin esperanza”, concluyeron.