Los Decanos de la Observación Electoral, organización dedicada al acompañamiento de los procesos electorales en México durante 30 años, señalaron que ante el debilitamiento del Instituto Nacional Electoral y del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, y con la violencia política sin precedentes contra candidatas y candidatos a cargos de elección popular, se hace urgente el llamado a la participación ciudadana y social para proteger la integridad de las elecciones.
Marco Antonio Hernández, integrante de la Fundación Murrieta y parte de esta observación electoral, destacó que esta actividad ha disminuido de manera considerable en los últimos años en México, entre otros factores, porque existe miedo a la violencia institucional que desde el gobierno se aplica a través del S.A.T. y la Unidad de Inteligencia Financiera en contra de quienes participan en estos ejercicios; los recursos que se destinan a la observación electoral han disminuido en un 50% y esto también limita la labor en zonas alejadas.
Mencionó que en 2004, cuando esta figura era nueva, se tuvo registro histórico de 80 mil observadores electorales; para este año se han registrado mil 309 observadores internacionales que a pesar del número ya han logrado desplegar sus misiones, incluso en zonas con alerta roja por la violencia.
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Comentó que en las últimas horas observadores electorales han encontrado riesgos de elección de Estado, ya que por ejemplo en un micro sitio del gobierno federal, encontraron un apartado para beneficiarios de los programas sociales, con nombres y direcciones, probabilidad de voto, tendencia política de estos, cuántos podrían estar votando a favor del partido oficial, entre otras informaciones que no debieran ser públicas en este momento.
A través del Embajador Jorge Álvarez Fuentes, integrante de esta organización, propusieron la creación de un Cuarto de Paz que promueva la certeza y tranquilidad post-electoral. Está concebido para fomentar la civilidad entre los actores públicos y sociales, construyendo puentes de comunicación, diálogo y tolerancia. Además, subrayó la importancia de que la ciudadanía exija que este proceso electoral concluya de manera pacífica y que quienes resulten derrotados con claridad lo reconozcan sin incitar a la violencia. Es fundamental que todos los ciudadanos se involucren para garantizar un proceso electoral seguro y equitativo.