El presidente Andrés Manuel López Obrador garantizó que se respetará sin ningún problema el mandato del Legislativo para que la Guardia Nacional pase a partir del 1 de enero del próximo año, al mando de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana y reconoció que mientras estén los grupos conservadores con los votos necesarios para impedir una reforma constitucional, no va a ser posible que esta corporación esté bajo el control de la Secretaría de la Defensa Nacional como él pretendía.
Indicó que la prevalencia de la Sedena sobre la Guardia garantizaría a los mexicanos que no se “eche a perder” y que prevalezca la formación y la disciplina que son bases de la actuación del Ejército Mexicano.
También recordó que se acatará este mandato sin ningún problema, porque la Sedena seguirá apoyando a la Guardia Nacional en formación y otros aspectos y advirtió que antes de irse del gobierno insistirá en presentar una reforma para que esta corporación que inició con bases civiles, pase a manos de los militares.
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López Obrador aprovechó para defender nuevamente al Ejército Mexicano de los señalamientos, sobre abusos, corrupción y de ser los perpetradores de masacres y ataques al pueblo mexicano, y dijo que estos son, en referencia a los Generales y elementos, “modestos, leales y respetuosos de la autoridad civil”.
“A ellos los culpan de los momentos de represión, pero la orden la han dado los presidentes“; incluso recordó que entre los elementos militares, hay menor corrupción que en otras corporaciones; incluso dijo que los Generales del Ejército no pertenecen a la oligarquía y no van a encontrar a ningún General que se haya enriquecido debido a su cargo.