En la Cámara de Diputados, concluyó el foro final del parlamento abierto sobre la reforma constitucional en materia de reducción de la jornada laboral de 48 a 40 horas.
Durante la discusión, quedó en evidencia que el dictamen aprobado ya en comisiones, sigue generando posturas encontradas entre organizaciones sindicalizadas, legisladores de oposición y el bloque mayoritario y entre especialistas.
Sindicatos divididos
Representantes de agrupaciones gremiales también confrontaron posturas.
Te podría interesar
Representantes de la Confederación de Trabajadores de México (CTM) y la Confederación Revolucionaria de Obreros y Campesinos (CROC), se pronunciaron a favor de que la reforma avance lo antes posible.
En contraparte, la organización sindical llamada Confederación Autónoma de Trabajadores y Empleados de México, CATEM, del dirigente y en su momento senador por el partido Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), Pedro Haces, se manifestó abiertamente en contra.
Te podría interesar
Reducción de horas laborales, de una vez
Isaías González Cuevas, dirigente de la Confederación de Obreros y Campesinos, que se pronunció a favor de los cambios, solicitó que no se apliquen “a cuentagotas”, sino de una vez.
Recordó que en la discusión de las reformas sobre outsourcing y vacaciones dignas de 12 días desde el primer año de trabajo, también se intentó que no se implementaran por completo desde el principio, pero quedó demostrado que “no pasó nada” al aplicarlas en sus términos desde el momento de la entrada en vigor.
Al pedir que la reforma se apruebe en el Pleno, aseguró que si lo hacen, los legisladores se llevarían el reconocimiento de los trabajadores y ese sería su mejor aguinaldo.
“Y estamos en sus manos, señores diputados, para que reciban ese aguinaldo este próximo diciembre, y no le vayan a hacer a cuentagotas ¡eh!, es decir vamos a dar que por pedacitos, ¡no, no, no, eso no, así lo querían hacer con las vacaciones dignas y eso no funciona!”, enfatizó el legislador.
Sindicato rechaza reducir jornada laboral
El representante de la Confederación Autónoma de Trabajadores y Empleados de México, CATEM, Reynol Neyra, rechazó la reforma.
El representante de la organización creada por el dirigente minero, Pedro Haces, que fungió como senador del Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), indicó que no es momento de esos cambios.
Alertó sobre los efectos negativos que tendría, como el incremento de vacantes laborales, mayor costo en la producción que se trasladaría a los costos finales de productos y servicios en ramas como la manufacturera y turística, así como menor recaudación tributaria para el Estado.
Diputados difieren
En tanto, entre congresistas de Morena y también del PAN, las posturas también se dividieron.
El presidente de la Comisión de Trabajo, Manuel Baldenebro, recordó que el dictamen de la reforma no pasó por la instancia a su cargo, y sólo se procesó en la Comisión de Puntos Constitucionales.
También consideró que a través del diálogo con el sector patronal, los sindicatos y legisladores, se puede llegar a un consenso para una implementación gradual de la medida.
A su vez, su compañera de bancada y diputada promovente, Susana Prieto, reiteró la exigencia de que el proyecto avance de inmediato en el Pleno, por tratarse de una cuestión de justicia social que los trabajadores en el país demandan desde hace décadas.
Por la fracción del Partido Acción Nacional (PAN), la diputada Noemí Luna y su compañero de fracción, Santiago Torreblanca, puntualizaron que ese grupo no ha aprobado ni rechazado la reforma, ya que votó en abstención en comisiones.
Ello, al considerar que debe analizarse con mayor profundidad y tomar en cuenta todos los posibles efectos que tendrá, tanto a nivel positivo como negativo, en los trabajadores, el empleador, sus fuentes de empleo, así como en materia de productividad.
Posibles distorsiones
Al iniciar, el especialista en derecho laboral, Francisco Javier Peniche, señaló que es necesario evitar las distorsiones al implementar la reforma.
Indicó que si como consecuencia de la aprobación y aplicación, no deriva en la integración de personas en la informalidad al trabajo informal, para cubrir las horas que dejarán de trabajar los otros empleados, el resultado no será el esperado.
El propósito, recordó, es el de promover una mejora en la salud mental y física del trabajador, más espacio de convivencia familiar y más tiempo para el descanso y entretenimiento, así como evitar riesgos de trabajo.
“Y eso solamente se puede hacer si una vez que se apruebe esta reforma, la consecuencia no sea que esos espacios de tiempo que están dejando los trabajadores sean cubiertos o con pago extraordinario o con pagos de días de descanso laborados, o bien, que estas horas sean cubiertas con trabajadores en un segundo o tercer trabajo, porque entonces no estamos cumpliendo la medida”, anotó.
Riesgos de la reducción de la jornada laboral
La empresaria Denisse Álvarez, fundadora de una pequeña empresa de alimentos, pidió que los cambios se implementen de manera gradual, de otro modo, el impacto para quienes generan el mayor número de empleos en el país, será negativo.
“Y la posibilidad de que esta reforma se pueda ir llevando a cabo de una manera paulatina. Llevar a cabo la reforma de una manera… como se plantea, de tajo, puede poner en peligro el mismo proyecto (…) por ir mejorando estas prestaciones, hemos hecho para nuestra gente. Nos preocupa que de llevarse la reforma de tajo, insisto, en lugar de favorecer a nuestra gente, nos pueda afectar de la manera que nuestras propias pequeñas empresas se vean afectadas”, remarcó.