CÁMARA DE DIPUTADOS

Con dudas sobre el impacto de la reducción de la jornada laboral, inicia parlamento

En San Lázaro, la mayoría de las bancadas se pronuncian a favor de reducir la jornada laboral de 48 a 40 horas.

PAN aclara que no ha definido su postura, pide no pasar por alto pros y contras de la reforma al artículo 123 constitucional en materia laboral.
PAN aclara que no ha definido su postura, pide no pasar por alto pros y contras de la reforma al artículo 123 constitucional en materia laboral. Créditos: Cuartoscuro
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La Cámara de Diputados dio inicio al parlamento abierto sobre la reforma al artículo 123 constitucional que prevé la reducción de la jornada laboral, de 48 a 40 horas semanales y al menos dos días de descanso garantizados. 

Al arrancar el ejercicio de debate que durará aproximadamente un mes, legisladores de Movimiento Ciudadano (MC), del Partido del Trabajo (PT), del Partido Revolucionario Institucional (PRI) y del Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) respaldaron la propuesta. 

Reconocieron que es necesario revisar con cuidado los pros y contras del proyecto para los trabajadores y los generadores de empleo, no obstante, expresaron su apoyo. 

“Esta iniciativa no tiene otro objetivo que la justicia social, se lo debemos a los trabajadores y las trabajadoras de México. Lo único que podría tener razón la clase empresarial es que se van a elevar un poco sus costos, pero la justicia social va a tener mejores resultados en productividad”, argumentó en defensa de su iniciativa, la diputada promovente e integrante de Morena, Susana Prieto. 

Tras subrayar que el objetivo del parlamento abierto es ampliar la discusión, el diputado de MC, Sergio Barrera recalcó que no hay trabajador que pudiese pronunciarse en contra de la propuesta. 

“Cuando pensamos en reducir la jornada laboral se nos viene a la cabeza menos estrés, estar más tiempo con la familia y sobre todo que nos sigan pagando lo mismo, el mismo salario que tenemos, pero por trabajar menos horas”, y el tema se ha meditado desde hace 50 años en el país, remarcó. 

Ante las críticas a la propuesta, el presidente de la Comisión de Trabajo del recinto, Manuel Baldenebro, miembro de Morena, subrayó que la reforma es justa y es necesaria de inmediato. 

Si hay elementos que puedan afectar a empresarios y empleadores, retó Baldenebro Arredondo, hay que revisar el proyecto, encontrar un punto medio y determinar cómo se implementa. 

“Porque si al trabajador le dices: vas a trabajar menos, pues va a estar de acuerdo. Y si a los empresarios les dices que van a pagar menos impuestos, todos van a estar de acuerdo. Aquí es, ocupamos el punto medio, entonces ¿es justo las 40 horas?, sí, sí es justo. Ahora es ¿cómo?, no podemos esperar otros 50 años en el tiempo, es ya”, sentenció. 

El congresista hizo notar que los representantes de los sectores empresariales y patronales acudieron a debatir el asunto al recinto, sólo porque se está promoviendo una reforma en la materia, antes no se interesaron en ello. 

“En el cómo, sentémonos a la mesa, corramos el lápiz, ¿cómo?, y lo hacemos”, planteó a los críticos de la reforma. 

Riesgos de la reforma 

La fracción del Partido Acción Nacional (PAN) aclaró que no ha fijado su postura al respecto, y también pidió tener presentes las implicaciones negativas de los cambios a discusión. 

La vicepresidenta y expresidenta en funciones de la Cámara de Diputados, Noemí Luna señaló que si bien los trabajadores se verían beneficiados, el impacto económico y fiscal para las empresas, sería considerable. 

“También es cierto que esta iniciativa, de prosperar, traería grandes consecuencias. Porque hay que recordar que el 64 por ciento de las personas trabajadoras en la formalidad, trabajan más de 40 horas a la semana y su esquema laboral se vería impactado por esta reforma”, apuntó. 

Refirió a estimaciones respecto a que los cambios provocarían un costo adicional de hasta 26 por ciento en la nómina base anual, de implementar las 40 horas de trabajo a la semana, en lugar de 48. 

Alerta en los sectores empresarial y patronal 

Los representantes de los sectores patronal y empresarial, así como analistas y especialistas en materia laboral, también pidieron no pasar por alto los riesgos e impactos económicos de las modificaciones. 

Coincidieron en hacer un llamado a los legisladores federales a no politizar la reforma a discusión y terminar con el discurso de “buenos y malos”, que genera mayor confrontación social entre los trabajadores en defensa de sus derechos, y los empresarios considerados “ricos” y abusivos con los empleados. 

"El alto impacto de las iniciativas en materia de reducción de jornada laboral aplicable a todas las actividades productivas no generaría mayor productividad ni más descansos para los trabajadores, como erróneamente se ha verbalizado”, indicó Lorenzo Roel, representante del área laboral del Consejo Coordinador Empresarial (CCE). 

“Impactará en pago de tiempo extra y días de descanso laborados que incrementarán los costos laborales, entre un 25 y un 40 por ciento en algunos de los casos y que en consecuencia provocará el incremento en los precios de productos y servicios” al consumidor final, alertó. 

A nombre de la Confederación Patronal de la República Mexicana (COPARMEX), Ricardo Barbosa, expresó que los cambios en análisis provocarían mayor informalidad, menos recaudación del Impuesto Sobre la Renta (ISR), menor pago de cuotas de seguridad social. 

Apuntó que para los grandes empleadores, aumentaría la nómina por contratar trabajadores que cubran a quienes estén de descanso, entre 25 y 40 por ciento, lo que se traduciría en incremento en los precios al cliente. 

Los invitados también coincidieron en pedir mayor seriedad a los congresistas, al momento de promover reformas cuyos efectos fiscales, laborales, productivos y también, en las condiciones de vida del trabajador, son complejos y múltiples.