La decisión del Gobierno de México de renegociar los términos de la deuda externa es positiva y le permitirá al país contar con recursos incluso después de finalizar el presente sexenio, destacó el presidente de la Mesa Directiva del Senado de la República, Alejandro Armenta.
El congresista calificó el hecho como “trascendente” y oportuno, así como un mensaje positivo hacia los mercados, dijo, parafraseando a quienes se refirió como “los economistas neoliberales”.
El legislador señaló que la medida permitirá fortalecer las finanzas públicas y que el Ejecutivo Federal cuente con más recursos para atender temas prioritarios.
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Más dinero para megaobras y programas sociales
Aseveró que la población podrá beneficiarse con la inversión en las megaobras de infraestructura impulsadas por el Primer Mandatario, con recursos para salud y el campo, así como los programas de política social, como la entrega de pensiones a adultos mayores, estudiantes de bajos recursos y personas con discapacidad, entre otros grupos vulnerables.
“Al renegociar la deuda y amortizar el servicio de la deuda de manera gradual, vas a tener disponibilidad de recursos para invertir y vas a tener menos cargas tributarias en materia del Impuesto Especial sobre Producción y Servicios, sin duda, en los próximos años”, afirmó el congresista.
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Crecimiento de la deuda
El integrante de la fracción morenista en el Senado añadió que entre el año 2000 y el 2018, la deuda externa creció hasta llegar a 10.8 billones de pesos, al inicio de la actual administración.
Recordó que en un año, el Ejecutivo debió pagar 750 mil millones de pesos por concepto de tasas de interés.
Aseguró que la operación de renegociación, permitirá “pagar hasta el 50 por ciento del servicio de la deuda”, es decir, la mitad de los intereses.
De no haberse tomado la medida, abundó, para el año 2025 el país tendría que estar pagando hasta un billón de pesos por “servicio de deuda”, es decir, por intereses.
Esa cifra, remarcó, supera los montos destinados en un año para la construcción de infraestructura y no contar con esos recursos podría afectar las metas de desarrollo, crecimiento y “bienestar” perfiladas por el actual gobierno.
En consecuencia, la acción referida, insistió, “es contundente, es oportuna y es un mensaje que , sin duda es positivo para los mercados”.