El Partido de la Revolución Democrática (PRD) inició los trabajos de su XVIII Congreso Nacional Ordinario, en el cual refrendó la decisión de ir a una renovación profunda para convertirse en una fuerza política socialdemócrata y en ese proceso, "se juegan la vida", sentenció el dirigente nacional, Jesús Zambrano.
Ante congresistas e invitados, hizo un fuerte ejercicio de autocrítica en el cual, reconoció errores que llevaron al Sol Ateca al límite, como haber impulsado el Pacto por México, no defender sus convicciones ni haberse diferenciado o separado, cuando el Gobierno Federal de Enrique Peña se "entregó" a redes de corrupción.
Transformación "en serio"
Zambrano Grijalva recalcó en la serie de cambios a sus estatutos y documentos básicos, para perfilarse como "socialdemócratas" y progresistas, llegan con acuerdos amarrados y con la conciencia de que el partido se juega su futuro.
"Nuestra transformación va en serio, nos jugamos la vida del partido y la victoria o derrota de una generación (\u2026) no se trata simplemente de preservar el registro simplemente para sobrevivir", atajó.
Reconoce errores
El dirigente admitió decisiones fallidas que desencadenaron una serie de tropiezos para el partido, al momento de respaldar el Pacto por México junto con el Partido Acción Nacional (PAN) y el gobierno priísta del entonces Presidente Enrique Peña.
"Hubo dos errores de los cuáles se derivarían otros. Uno, la falta de un procesamiento colegiado, interno en nuestro partido, y dos, el no haber asegurado que el PRD contar con los instrumentos suficientes para clarificar nuestra participación", apuntó.
Cuando el gobierno peñista "se entregó a redes de corrupción", con lo que también hundió su sexenio, no supieron desmarcarse y se llevaron el descrédito, junto con Acción Nacional, aceptó.
Por eso se deben explicaciones a la ciudadanía y hacer el compromiso de no volver a cometer ese tipo de fallas.
A los sucesos que llevaron al partido al punto en que se encuentra, se suma la ruptura en 2012 con Andrés Manuel López Obrador, cuyo movimiento fue identificado por la ciudadanía como "la izquierda", lo que dejó en gran vulnerabilidad al PRD, que también ha sufrido constantes ataques para ser eliminado del mapa político.
Reconoció que la ciudadanía les sigue "cobrando la factura" por su falta de vigilancia a gobiernos locales, por ir con candidatos de dudosa reputación a nivel municipal, y por haber permitido que las "tribus" internas llegaran a acuerdos para evitar sanciones.
Tampoco se aplicaron los correctivos necesarios a quienes infringieron la norma interna, con acciones como la promoción de candidaturas de otros partidos.
Política de alianzas, a debate
El dirigente nacional enfatizó que la política de alianzas electorales tiene que construirse "desde abajo", desde los estados y con la mayor unidad posible.
El PRD debe determinar con qué fuerza política o social es posible aliarse o bien, decidir si es mejor ir solos con candidaturas propias, porque el partido está listo para competir con sus propios abanderados.
Ese anuncio fue uno de los únicos que generó aplausos y gritos de una parte de los congresistas que corearon "¡PRD, PRD, PRD!", haciéndole saber que no están de acuerdo en seguir aliados al PAN y al PRI.
Indicó que el Sol Azteca refrenda su voluntad de hacer equipo con partidos u organizaciones afines a su nueva tendencia, y pese a la postura de cerrazón de la Presidencia de la República y Morena, la apertura al diálogo será "con todos", siempre y cuando haya respeto mutuo y los proyectos tengan como objetivo el futuro del país.
Recalcó que la renovación profunda para dar al partido un rostro "socialdemócrata", feminista y progresista, alejado de la "herencia del viejo nacionalismo, del corporativismo, del clientelismo, de la izquierda radical no democrática, debe comunicarse a la población de manera eficiente.