Familiares de presos enfermos en el Centro de Reinserción Social de Pachuca de Soto, Hidalgo, rompieron piñatas y se encadenaron sobre la avenida 20 de noviembre a unos metros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación y de Palacio Nacional.
Los inconformes exigieron a autoridades federales que hagan valer la ley y les otorguen libertad dada la precariedad y deterioro en su estado de salud.
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El grupo encabezado por Patricia Martínez Ruiz, madre de Juan Carlos Monroy Martínez, pidió al Ejecutivo Federal y a la Suprema Corte de la Nación para que investiguen a la juez Karina Vértiz Marín, debido a la falta de probidad y honradez por vincular a proceso sin la carga probatoria suficiente, lo que es violatoria a los derechos humanos.
Los manifestantes pidieron al Máximo Tribunal del país que autoridades estatales de Hidalgo permitan y promuevan la dotación de medicamentos para que los internos enfermos sigan con vida.
De hecho, acusaron que algunos internos como Monroy Martínez han sido objeto de tortura y malos tratos, por lo que temen que esta mala práctica ocasione que los entreguen en un ataúd.
La señora Reina Báez, reventó e hizo añicos una piñata de cartón que asemejaba a la citada juez de Control.
Exigió que paren las golpizas que le propician a su hijo a quien acusan de robo, "justicia, justicia y lo quiero vivo", exigió mientras golpeaba la piñata que quedó en cachos.
En tanto Mirian Calderón, con cadenas en el cuello y las manos hizo énfasis de su esposo Isaí Bolaños quien tiene 8 años sin tener una sentencia.
Al borde del llanto hizo llamado al presidente López Obrador para que se investigue su caso ya que debido al mal proceso impartido por la Juez Karina Vértiz, lleva 8 años recluido sin una audiencia de sentencia.
Los denunciantes hicieron un llamado también al gobernador Omar Fayad para que ponga fin a estos tratos inhumanos y promueva la justicia y el buen comportamiento.
@amarilloalarcon