Técnicas de relajación para afrontar los momentos de desborde

La situación tan excepcional que vivimos desde la llegada de la pandemia de la Covid-19 puede generarnos malestar psicológico.

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La pandemia de Covid-19 ha sido comparada con un huracán que causa destrucción y males a su paso, pero algunos ejercicios de relajación y respiración, pueden ayudar a situarnos en el apacible y despejado centro de esa colosal tormenta evitando que nos arrastren los impetuosos vientos que giran a su alrededor.

Practicar a diario dos sencillas técnicas de relajación, en una posición cómoda y un lugar tranquilo, nos ayuda a regular la activación fisiológica que experimentamos cuando nos sentimos desbordados y a recuperar la sensación de calma mental y de seguridad, según la psicóloga Alba Mengual, del Instituto Centta.

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"La relajación muscular progresiva consiste básicamente en tensar ciertas partes del cuerpo y seguidamente relajarlas, siguiendo un orden y prestando atención a las sensaciones que nos producen esos movimientos", explica la psicóloga de Centta.

"La respiración diafragmática, llevando el aire a la parte inferior de los pulmones, es uno de los métodos más eficaces para controlar los síntomas de la ansiedad y el estrés, ya que la respiración conecta la mente y el cuerpo", según Mengual.

El aislamiento, el riesgo de contagio y las noticias que recibimos a diario sobre la crisis del nuevo coronavirus y de las personas afectadas nos producen sentimientos de incertidumbre, tristeza y temor, unas reacciones emocionales normales dadas las circunstancias, pero que si mantienen durante mucho tiempo pueden provocar estados de ansiedad, estrés y desesperanza.

Mengual propone dos técnicas de relajación, una corporal y la otra respiratoria, para afrontar los momentos de desborde.

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LA RELAJACIÓN MUSCULAR PROGRESIVA.

"Esta técnica consiste básicamente en tensar ciertas partes del cuerpo y seguidamente relajarlas. Durante el proceso, es importante prestar atención a las sensaciones que nos producen esos movimientos", explica la psicóloga de Centta.

Explica que siguiendo este método "haremos un recorrido de tensión-relajación por nuestros diferentes grupos musculares", en el siguiente orden:

  1. Manos, antebrazos y bíceps.
  2. Cabeza, cara y cuello. Frente, nariz, ojos, mandíbula, labio y lengua.
  3. Tórax, estómago y región lumbar.
  4. Muslos, glúteos, gemelos y pies.

LA RESPIRACIÓN DIAFRAGMÁTICA O ABDOMINAL.

"El control adecuado de la respiración es una de las estrategias más sencillas y eficaces para regular el aumento de la activación fisiológica que se produce a consecuencia de las situaciones de estrés, ya que la respiración conecta la mente y el cuerpo", explica la psicóloga Mengual.

Apunta que esta técnica de respiración, además, promueve una mayor oxigenación de la sangre, permitiendo que nuestro organismo funcione correctamente.

Para empezar a practicar este tipo de respiración, Mengual recomienda:

  1. Al principio es más fácil practicar la respiración diafragmática o abdominal en posición tumbada. Cuando dominemos este ejercicio respiratorio, podremos hacerlo de pie y casi en cualquier lugar, según Mengual.
  2. Tenemos que cerrar suavemente los ojos y colocar una mano sobre el abdomen con el dedo meñique justo encima del ombligo. El abdomen debe elevarse con cada inspiración, prosigue.
  3. Indica que el siguiente paso consiste en inspirar por la nariz, utilizando el diafragma y contando hasta 3. Mientras inspiramos, tenernos que llenar el vientre de aire. Seguidamente, espiramos por la boca también mientras contamos de nuevo hasta 3.

"Haremos una pausa de un segundo o dos entre ciclo y ciclo. Es importante recordar que las inspiraciones no deben ser demasiado profundas", recalca.

"Mientras dure esta crisis, necesitaremos un mayor autocuidado para poder encontrar el equilibrio emocional y psicológico. Dedicar unos minutos cada día a practicar la relajación puede ayudarnos a afrontarla con más calma y serenidad", recuerda la psicóloga.