En México casi 26 millones de mujeres carecen de ingreso propio

Se estima que entre marzo y abril, es decir, el inicio de la pandemia en México, al menos 12 millones de personas se quedaron sin empleo.

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En México hay un registro de 25 millones 700 mil mujeres sin ingreso propio, lo que las coloca en situación de desventaja, además, 1 de cada cuatro mujeres que han fallecido por Covid-19 eran amas de casa, reveló un análisis elaborado por la organización Acción Ciudadana Frente a la Pobreza.

A través del estudio elaborado por la investigadora María Ayala, se estima que entre marzo y abril, es decir, el inicio de la pandemia en México, al menos 12 millones de personas se quedaron sin empleo, de éstos a la fecha 5.2 millones de hombres han logrado regresar a la fuerza laboral y en contra parte solo 1.9 millones de mujeres lo han conseguido.

De este estimado se deriva que el 61% de las mujeres que trabajan no tiene seguridad social; 32% carece de prestaciones; 52% sin contrato estable y 93% sin afiliación sindical. De este universo, además, siete de cada diez mujeres reciben una remuneración que no les alcanza siquiera para pagar una canasta básica.

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Las cifras de Frente a la Pobreza muestran que estás casi 26 millones de mujeres sin ingreso, enfrentan barreras a su autonomía, son más vulnerables a la pobreza, están altamente precarizadas y están excluidas del mercado laboral porque han sido relegadas a los trabajos de cuidados no remunerados.

Los estados donde hay más mujeres sin ingreso laboral suficiente para mantener a una familia son: Chiapas 79%; Puebla 76%; Guerrero 75%; Morelos 75%, y Oaxaca 74%.

Sin considerar la doble jornada que realizan, en promedio\u200b, \u200blas mujeres deberían trabajar años de 13.5 meses para ganar igual que los hombres y años de 14 meses para cubrir el costo de la canasta básica para dos personas, ellas y una más.

Entre las propuestas de Acción Ciudadana Frente a la Pobreza para contrarrestar esta realidad, destacan el establecimiento de mecanismos de valoración en las tareas de cuidados y el hogar, incluyendo formas de pago y protección social; establecer mecanismos para garantizar la igualdad de pagos a mujeres; promover acciones afirmativas y condiciones favorables para la contratación, permanencia y promoción de mujeres en el trabajo, entre otros.