En la Cámara de Diputados, legisladores del Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), del Partido del Trabajo (PT), del PAN (Partido Acción Nacional (PAN) y del Partido de la Revolución Democrática (PRD), coincidieron en calificar como positiva la aprobación del Tratado comercial México-Estados Unidos-Canadá, T-MEC, en el Senado de Estados Unidos.
Sin embargo, legisladores del albiazul y el Sol Azteca, señalaron que es preciso hacer ajustes en la economía interna para alentar la inversión y la competitividad, frente a la fortaleza de los mercados norteamericano y canadiense.
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También se pronunciaron a favor de estar atentos, ante los posibles efectos negativos no previstos, los cuales pudieron haber sido introducidos en las adendas de la última fase de la negociación, como ocurrió en el caso de los "agregados laborales" norteamericanos.
Por Morena, el diputado Pablo Gómez calificó como relevante la aprobación de acuerdo el Congreso de Estados Unidos, aunque hizo notar que para el cierre de las negociaciones, en ese país se integraron elementos en materia de trabajo y sindicalismo, en atención a sus intereses particulares.
Sin embargo, el hecho de que haya avanzado, es una clara señal de tranquilidad para los mercados e inversionistas y una especie de garantía respecto a que no habrá más amenazas de imposición aranceles por parte del gobierno norteamericano.
En tanto, los legisladores del PRD expresaron, a través del diputado Antonio Ortega, que México debe ser cauto y no hacer "fiestas ni celebraciones" anticipadas, ya que falta camino por recorrer para competir a la par de los socios referidos.
Si bien el Tratado genera confianza y estimulará la inversión, es necesario ser más competitivos, mejorar en la aplicación de tecnologías, reforzar la preparación de los recursos humanos, ofreciendo mejores condiciones al trabajador.
También será preciso garantizar energía a precios adecuados para mejorar los costos de producción e incluso, se pronunció a favor de abrir más el rubro energético a la inversión privada nacional y extranjera.
De modo que, apuntó el diputado Ortega Martínez, no hay que caer en exageraciones con la celebración, sino emprender acciones para poner a México a la altura del reto económico que representa el T-MEC.
Asimismo, subrayó que el Congreso debe exigir cuentas y llamar a comparecer a los funcionarios del equipo negociador de México, incluyendo al canciller Marcelo Ebrard y al subsecretario para América del Norte, Jesús Seade.
Ello, para tener certeza y claridad sobre lo que ocurrió en el último tramo de las negociaciones, ya que las adendas introducidas, podrían debilitar más la soberanía nacional.
Los diputados del PAN coincidieron en que el convenio comercial genera certeza económica, promoverá un mayor interés en México por parte de los inversionistas y podrá detonar la actividad en algunos sectores como el automotriz.
No obstante, la diputada Saraí Núñez y el subcoordinador de Desarrollo Económico de la fracción, Sergio Fernando Ascencio, remarcaron que el país tiene el reto de generar más empleos, y ajustar políticas fiscales, si se pretende emparejar condiciones con los socios del T-MEC.
"Estaremos atentos a la alineación de todos los factores que confluyen en el T-MEC para que no haya los buenos augurios que se ciernen desde ahora, se confirmen en beneficio de los trabajadores y los empresarios mexicanos", apuntó la diputada Núñez Cerón.
Por su parte, los petistas en San Lázaro aseveraron que la decisión del Senado y en su conjunto, del Congreso norteamericano, muestra que hay confianza en el gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador.
El coordinador Reginaldo Sandoval recordó que las negociaciones se complicaron debido a los amagos de imposición de aranceles y las presiones en materia laboral y migratoria.
Apuntó que el país debe seguir avanzando en asuntos internos pendientes, como la desaparición del outsourcing, el cual precariza la situación de los trabajadores mexicanos, frente a las condiciones que privan en los países socios.