Hace México denuncia enérgica por “hostigamiento” a su Embajada en Bolivia

La SRE expresó agradecimiento por las muestras de solidaridad de distintas naciones y organismos internacionales.

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La Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) plantó una postura más enérgica sobre la situación que se vive en las inmediaciones de la Embajada de México en Bolivia.

Por la mañana, el presidente Andrés Manuel López Obrador dijo tener información de que la "vigilancia extrema" de agentes de inteligencia y seguridad había disminuido.

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Sin embargo, un par de horas más tarde, la Cancillería emitió una denuncia por el "hostigamiento", al personal diplomático acreditado y la Residencia Oficial instalada en ese país.

"El Gobierno de México exige al Estado Plurinacional de Bolivia cumplir con sus obligaciones internacionales, garantizar la inviolabilidad de las misiones diplomáticas y cesar la política de hostigamiento y amedrentamiento", demandó.

"De mantenerse esta situación, México responsabiliza a Bolivia por cualquier afectación a la sede diplomática, su personal acreditado y a toda persona que se encuentre bajo la protección del Estado mexicano en ese país", agregó.

La SRE expresó agradecimiento por las muestras de solidaridad de distintas naciones y organismos internacionales.

Hizo un llamado a la comunidad internacional a condenar las acciones de intimidación por parte de las actuales autoridades bolivianas.

El despacho federal recalcó que las acciones del gobierno boliviano constituyen una "flagrante" violación a la Convención de Viena sobre Relaciones Diplomáticas.

Puntualizó que elementos de seguridad e inteligencia de esa nación, siguen rodeando la Embajada y la Residencia Oficial de México en Bolivia, ubicados en La Paz.

El personal del gobierno vigente está registrando el movimiento de personas que entran y salen de dichas sedes diplomáticas, graban sus acciones, han intentado detener el libre tránsito de la embajadora de México en Bolivia y demás personal acreditado, aunado a que oficiales policíacos en motocicletas siguen a los vehículos oficiales mexicanos.

"Es evidente que estas acciones no corresponden a las prácticas habituales de vigilancia y protección de los inmuebles diplomáticos", sustentadas en la buena convivencia entre las naciones.