Los pueblos originarios del país no accederán a la justicia sin un presupuesto suficiente, plantearon integrantes de la Comisión de Pueblos Indígenas de la Cámara de Diputados.
Al señalar que el Presupuesto del 2020 debe diseñarse con sentido de respeto a los derechos de pueblos indígenas y afromexicanos, sin mencionar una cifra específica, la presidenta de la Comisión, Irma Juan y la diputada Beatriz Pérez, recalcaron que los pueblos indígenas en el país históricamente han sido relegados y reclamaron que fueron las políticas neoliberalistas las que sumieron a los integrantes de esas comunidades en la pobreza, el abandono, la discriminación, abuso y despojo de sus recursos y tierras.
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"Por ello sostenemos que hacer justicia a los pueblos originarios de nuestro país significa diseñar un presupuesto con perspectiva de derechos humanos, es decir, un presupuesto que impulse acciones tangibles a favor de los pueblos indígenas y ahora también afromexicanos reconocidos en el apartado C del artículo 2" de la Constitución, apuntó.
Durante el Foro Nacional de Presupuesto Indígena y Afromexicano 2020 legisladores y legisladores, así como académicos y representantes de pueblos originarios, se subrayó que las principales necesidades de los indígenas en el país se centran en el combate a la pobreza, la marginación y la exclusión.
De igual modo, se requieren políticas públicas integrales y transversales, así como promover la pacificación y reconciliación entre los distintos pueblos.
Añadieron que se requiere fortalecer al Instituto Nacional de Pueblos Indígenas (INPI), aunque el representante de la Comisión Económica para América latina y el Caribe (CEPAL), alertó sobre los riesgos de centralizar las acciones respectivas, lo que les restaría efectividad.
Expresaron que históricamente, los pueblos indígenas son los más afectados por la pobreza estructural, y su problemática no se resolverá con aliviar momentáneamente sus carencias.
El presupuesto debe ser una herramienta para cerrar brechas de desigualdad, a través de asignaciones progresivas y "redistributivas", que no solo se actualicen conforme al avance de la inflación, sino que aumenten año con año con el propósito de cumplir las metas.
Las políticas "compensatorias" no representan una solución de fondo, sino una salida temporal.