Al encabezar su último acto como titular de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos en el que presentó la Memoria de Gestión 2014-2019; Luis Raúl González Pérez deseó éxito a Rosario Piedra Ibarra, quien este sábado inicia su gestión como presidenta del organismo.
Sin querer prejuzgar sobre la forma en que rindió protesta o la renuncia de los integrantes del Consejo Consultivo; González Pérez refirió que la activista encuentra problemáticas complejas y muchos retos, siendo el principal el mantener la autonomía de la CNDH y agregó que lo mejor que le puede pasar al país es que las víctimas cuenten con una ombudsperson fuerte.
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"A la maestra Rosario Piedra Ibarra, le deseo el mayor de los éxitos en la gestión que mañana inicia. Los retos que encuentra son muchos y las problemáticas complejas. Casos como los de Culiacán, Iguala, Tamaulipas, Tlahuelilpan, las agresiones a la familia LeBarón, las múltiples demandas sobre atención y servicios de salud, medicamentos o el lograr hacer efectivos los derechos de las niñas y niños de la primera edad, así como los de las madres y padres trabajadores, y lo correspondiente a consultas previas libres, informadas, culturalmente adecuadas y de buena fe a pueblos originarios en megaproyectos".
González Pérez dedicó parte de su discurso para responder a los señalamientos del presidente Andrés Manuel López Obrador. Al respecto, enfatizó que la CNDH no fue cómplice ni protegió a gobiernos o autoridades, ya que cualquier subordinación habría impedido la posibilidad de denunciar la ilegalidad y los abusos del poder.
"Durante la gestión, este Organismo Nacional no ha sido ni es cómplice o protector de gobiernos o autoridades, su compromiso ha sido con la legalidad y las víctimas y su trabajo da muestra y prueba de ello. Más que profundizar o pretender crear divisiones ideológicas, nuestro país requiere unidad y trabajo conjunto por la legalidad, por el fortalecimiento de las instituciones democráticas y republicanas, y por el respeto de la dignidad humana".
Luis Raúl González Pérez dijo que regresa a la academia en la UNAM con la "conciencia súper tranquila" por haber hecho el mejor de los esfuerzos, pero insatisfecho por la coyuntura crítica que se enfrenta por la crisis en materia de derechos humanos y señaló que como académico dará sus opiniones.