Deserción, favorecida por lenta reconstrucción de aulas en México: Unicef

De acuerdo con datos de la Unicef, hay unas mil 567 escuelas cuyas obras no han empezado por falta de fondos.

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La lentitud de la reconstrucción de las escuelas dañadas por los sismos de septiembre de 2017 crea condiciones para la deserción escolar entre los alumnos de nivel básico principalmente, está situación aunada a la deficiente alimentación y los riesgos de salud los coloca en desventaja.

Esto lo reveló el Fondo de las Naciones Unidas para la infancia (Unicef) en su “Informe sobre la situación humanitaria de la infancia y la adolescencia a un año de los terremotos en México”.

Pressia Arifin Cabo, representante adjunta de la Unicef, señaló que la deserción escolar de los niños provoca que se integren a la informalidad laboral para contribuir al sustento de sus familias.

“A largo plazo los desastres pueden causar interrupciones en la educación o el ingreso familiar y empujar a los niños a mercado laboral para ayudar a sus familias a lograr el sustento”, señaló la representante de la Unicef.

Pressia Arifin Cabo, representante adjunta de la Unicef también señaló que aún existe una cantidad importante de niños que asisten a las aulas temporales lo que impacta en menos días de clases.

Entre los factores que favorecen estas jornadas más cortas están el calor que se acumula dentro de las carpas montadas para impartir las clases, la falta de instalaciones sanitarias y la escasez de agua potable.

De acuerdo con cifras recabadas por Unicef tan solo en Chiapas y Oaxaca en mil 567 escuelas la reconstrucción no ha iniciado hasta junio pasado en todo el país había 2 mil 916 planteles sin ser atendidos.

UNICEF México logró recaudar 8 millones de pesos para atender las necesidades más urgentes de la niñez afectada por los sismos de septiembre del año pasado; a pesar de esos persisten la desnutrición; escuelas que no han sido reconstruidas y riesgos de salud.