El incremento en la violencia extrema en México se debe en mayor medida, a la dinámica de “plata o plomo”, dónde las organizaciones del crimen organizado están haciendo del mercado negro y del narcomenudeo su principal fuente de ingresos y actividad, advirtió la organización Semáforo Delictivo.
El fundador de esa instancia, Santiago Roel, agregó que ante esas condiciones, la estrategia de seguridad del Gobierno Federal que optó por mantener a las Fuerzas Armadas en las calles haciendo labores de seguridad pública “no ha resuelto nada”.
Al participar en un foro sobre seguridad y participación ciudadana, organizado por el Centro de Estudios Sociales y de Opinión Pública (CESOP) de la Cámara de Diputados, Roel Rodríguez indicó que una respuesta de efectividad inmediata a la problemática, es el cambio en la estrategia de seguridad y la regulación de drogas.
Expuso que al analizar los delitos de alto impacto en el territorio nacional, como las ejecuciones del crimen organizado y otras acciones delictivas, se identificó que principales las causas de la violencia extrema son el mal gobierno, la corrupción, falta de transparencia y el funcionamiento inadecuado del sistema de justicia.
Indicó que esa situación se disparó en todo el territorio nacional a partir de la implementación de la fallida estrategia de combate al crimen organizado orquestada por Estados Unidos a través de instancias como la DEA, que infiltró instituciones y gobiernos con el denominado “Plan Mérida”.
“Es un tema generalizado esta violencia extrema de ejecuciones, de homicidios por crimen organizado en todo el país, entonces no es un tema ya de exportación, un tema de culpar a los norteamericanos, no. Es un tema nuestro, es un tema que se da en todos los estados, es un tema estrechamente vinculado al mercado negro de drogas, narcomenudeo y a otros temas, pero tenemos en este momento a este monstruo en la sala, que es el mercado negro de drogas”, apuntó.
Lamentó que la sociedad y los responsables en los tres órdenes de gobierno no han comprendido de la manera adecuada que esa medida no es promover el consumo de estupefacientes, por el contrario, reduciría de inmediato la capacidad operativa y financiera del crimen organizado.
Recordó que el 2017 fue catalogado como el año más violento en las últimas décadas en México y remarcó que tan solo en enero de este 2018, se contabilizan ya mil 970 ejecuciones vinculadas al crimen organizado.
El año pasado, el estado que encabezaba la lista de entidades con más ejecuciones era Guerrero y al inicio del presente año, fue desbancado por Guanajuato, refirió.