Los 28 concejales del PAN en las 16 alcaldías firmaron un Código de Ética que les dio su partido, con el cual buscan dignificar el servicio público.
El código de ética panista obliga a los servidores públicos emanados de este partido a “colocarse en la visión de los ciudadanos y constituirse como la única oposición en la ciudad”.
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El documento plantea cinco líneas de acción y deberes con respecto al cargo: la relación con la ciudadanía; con el uso de los bienes y recursos públicos; la fiscalización, y los que se refieren al partido.
Por ello, deben trabajar de la mano con las autoridades de demarcación para generar bienes y servicios públicos de calidad que promuevan el desarrollo de las personas; promover políticas que generen igualdad de oportunidades; y conducirse con honestidad, integridad, imparcialidad y responsabilidad en el ejercicio del servicio público.