México tiene un rezago en 14 millones de viviendas; es decir, 45% de las viviendas mexicanas requieren una nueva edificación o necesitan mejoras sustanciales, alerta el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (CONEVAL) publica el Estudio Diagnóstico del Derecho a la Vivienda Digna y Decorosa 2018.
Sin embargo, el rezago de vivienda representa 58% entre las familias más empobrecidas. Por ejemplo, en el caso de las viviendas rurales de Chiapas, el rezago asciende a 96.5%, mientras que en las comunidades indígenas de la misma entidad el porcentaje de rezago en vivienda es del 79%.
Sobre la accesibilidad jurídica, 13% de las mexicanas y los mexicanos que afirman ser propietarios de sus viviendas no cuentan con un título que lo avale, situándolos en una condición de vulnerabilidad.
La situación más apremiante está en las mujeres en el ámbito rural y en la población indígena: en ambos casos solo tres de cada diez viviendas propias con escrituras tienen a una mujer como titular o cotitular.
En México, al menos 64 mil personas habitan espacios no construidos para habitación, viviendas móviles o refugios, los cuales podrían no contar con los elementos mínimos de habitabilidad.
La cobertura de servicios básicos es alta a nivel nacional, solo 19.3% de la población presenta carencia por acceso a los servicios básicos en la vivienda; en el ámbito rural la cobertura desciende de manera notoria, 53.1% de la población que habita en localidades rurales presenta carencia por acceso a servicios básicos en la vivienda.
Solo 73% de los hogares con tubería de agua potable cuenta con el servicio de agua diario, en tanto que 13.9% de los hogares con estas mismas características tiene agua de cuatro a seis días a la semana. Por otro lado, 13.1% de las viviendas no reciben agua más que dos o menos veces a la semana.
En cuanto a la calidad de los espacios y los materiales de la vivienda, se identificó que 8.4% de las viviendas presentan hacinamiento, situación que se agrava particularmente en Guerrero (23.1 %), Chiapas (15.9%), Quintana Roo (14.9%) y Oaxaca (14.1%).
Calidad
Una forma de valorar la calidad de las viviendas es a través de la satisfacción de sus habitantes; al respecto, cerca de 50% de mexicanas y mexicanos reportaron sentirse satisfechos con su vivienda; a nivel estatal, Tabasco (13.9%), Guerrero (17.8%) y Tlaxcala (25.8%) son las entidades que reportan un menor nivel de satisfacción con la vivienda.
También se puede valorar la calidad de la vivienda desde su ubicación en relación con zonas de riesgo por fenómenos naturales o fuentes de contaminación.
Los datos del CENAPRED muestran que 35.5% de la población está en zonas de peligro de inundaciones (principalmente Tabasco, Colima y Campeche); además, dos terceras partes de la superficie de México tiene un riesgo sísmico significativo.
En ese sentido, se encontró que uno de cada tres mexicanas y mexicanos desconfía de sus vecinos; uno de cada cinco ha visto o sabido de conflictos entre sus vecinos; 24.3% de los mexicanos se siente inseguro en su vivienda y más de 70% percibe inseguridad en las calles. La región centro (Estado de México, ciudad de México, Morelos, Puebla y Tlaxcala) concentra la peor calidad comunitaria medida por estas variables.
Finalmente, se requiere incluir un enfoque de sustentabilidad en la planeación y ordenamiento territorial. En ese sentido, una forma de atender el problema de infraestructura básica podría ser a través del uso de ecotecnias.