La justicia hizo su trabajo a medias por la muerte de la niña Valeria, y aunque José Octavio Sánchez Razo, no merecía perdón, tenía derecho de que se le juzgara como a cualquier otra persona, aseguró su cuñado Javier, quien afirmó de manera categórica, que las autoridades sólo lo llevaron a prisión para que lo mataran.
Mencionó que la familia de José Octavio se enteró de su muerte a través de la red social Facebook, y minutos más tarde las autoridades les confirmaron que había fallecido en su celda del penal Neza Bordo, donde fue internado posterior a su captura.
Entrevistado en la agencia del Ministerio Público donde fue llevado el cadáver del citado chofer, afirmó que el próximo sábado acudirían al juzgado a la audiencia de vinculación a proceso, y tenían la esperanza de visitarlo y platicar con él, ya que en días pasados les advirtió que la estaba pasando muy mal.
“No creo que haya optado tan cobardemente en matarse así, pues había tenido comunicación con nosotros, nos dijo que se sentía mal que necesitaba que lo viéramos, estábamos esperando el día sábado para irlo a ver.
“Nos sentimos con indignación y más que nada por la situación que pasó, cómo lo metieron y la situación que se ahorcó con una piola, una piola no la pueden tener dentro de la cárcel, si uno entra aquí a la delegación le quitan las agujetas, el cinturón y en un lugar de máxima seguridad pues al igual, también (…) nomás nos dijo que tenía miedo, sólo que tenía miedo”, afirmó.
Y ese temor fue resultado de las advertencias que le hacía los mismos internos del penal Neza Bordo.
“Pasaban los internos pasaban los internos y les decían y lo amenazaban por lo mismo que se hizo muy viral, sí fue golpeado”, aseguró.
Agregó que no espera que alguien les tienda la mano y menos para cubrir los costos de la sepultura, ya que la sociedad se siente indignada, aunque afirmó que entre la familia persiste la duda de que José Octavio haya sido el responsable de la muerte de la niña Valeria.
@amarilloalarcon