El gobierno de México, a través de la Secretaría de Relaciones Exteriores, presentó este miércoles al Departamento de Comercio de Estados Unidos la respuesta a las consultas que inició, luego de que el presidente Donald Trump solicitó el 31 de marzo un reporte sobre los déficits comerciales significativos de su país.
En el documento la Cancillería argumentó que la relación comercial bilateral es rica, compleja y ha sido positiva para ambos países y sus ciudadanos, además de que ha generado un gran crecimiento económico, una fuerte industria manufacturera y ha permitido a la Unión Americana aumentar sus exportaciones no sólo a México, sino a otros países.
Agregó que Estados Unidos tiene un déficit comercial moderado con México, el cual representa sólo el 12 por ciento del volumen total de comercio entre ambas naciones, además de que la Unión Americana exhibe un superávit comercial de 8 mil millones de dólares en servicios.
Mencionó que el reciente aumento del déficit comercial de Estados Unidos con México de 54 mil 600 millones de dólares en 2013 a 63 mil 200 millones en 2016 se explica en gran medida por la recuperación del sector manufacturero en el vecino país del norte.
En el documento, la SRE también destacó los beneficios del Tratado de Libre Comercio de Norteamérica (TLCAN), el cual no sólo proporciona certeza a los exportadores estadounidenses con respecto a los aranceles aplicados, sino que los protege de aumentos de aranceles mucho mayores en México.
Al respecto, señaló que México no promueve el exceso de capacidad en bienes, además de que no subsidia a las industrias para obtener una ventaja comercial. Indicó que en el marco del TLCAN, los exportadores estadounidenses han obtenido importantes preferencias arancelarias y destacó que sin este acuerdo, el arancel promedio de las exportaciones mexicanas a los Estados Unidos sería del 3.5 por ciento, mientras que el arancel promedio de las exportaciones estadounidenses a México sería del 7.1 por ciento.
Indicó que la eliminación arancelaria del TLCAN y las reglas claras han intensificado significativamente el comercio regional intraindustrial, triplicando efectivamente el comercio trilateral, el cual alcanzó el billón de dólares en 2016 y destacó que más de la mitad de las exportaciones totales de América del Norte se venden dentro de la región, uno de los niveles más altos de comercio intrarregional.