El delito de robo a bordo de transporte público, principalmente en microbús y taxi registró en el último año, una disminución de 21.5 por ciento y 21.4 por ciento, respectivamente, como resultado del Operativo Pasajero Seguro, el cual no ha logrado revertir la inseguridad que priva en estas unidades, donde incluso los atracos han derivado en homicidios de pasajeros y conductores.
De acuerdo con el informe anual estadístico de la Secretaría de Seguridad Pública de la Ciudad de México, el cual incluye la incidencia delictiva de febrero de 2016 al marzo de 2017, en total se desarticularon 31 bandas delictivas y 63 células delincuenciales.
En ese lapso, los uniformados remitieron ante el agente del Ministerio Público a 459 implicados en diversos delitos, principalmente robos, y se decomisaron 23 armas de fuego, 31 réplicas y 64 armas blancas.
Si bien el despliegue policial ha dado resultados en el descenso del citado ilícito, no ha sido suficiente y tampoco eficaz para evitar la muerte de personas inocentes víctimas de asaltos.
José “N”, comerciante y víctima de tres asaltos entre octubre y enero del presente años explica el modo de operar de los delincuentes, en rutas de Iztacalco e Iztapalapa.
“Suben y bajan pasajeros en cualquier sitio y ahí los asaltantes aprovechan; se hacen pasar como cualquier otro pasajero y más calles más adelante comienzan a asaltar. A mí me ha tocado en las dos delegaciones, los rateros comienzan a decir que ‘es un asalto y que no se opongan’, siempre cargan armas, ya sea pistolas o cuchillos o navajas, más vale dar lo que uno lleva la vida vale más que las pertenencias; los asaltos los cometen en cuestión de 5 o 6 minutos cuando mucho”, detalló.
En tanto, la Procuraduría capitalina reportó en el mismo lapso la captura en flagrancia de 184 personas implicadas en el delito de robo con y sin violencia a bordo de microbús, y 79 por trabajos de investigación.
Esto trajo como consecuencia la desarticulación de nueve bandas delictivas con 27 personas detenidas por agentes de la Policía de Investigación.
Los dispositivos de los cuerpos policiales no sólo tendrán que ampliar los 940 agentes asignados a dicha tarea, sino también aplicar mayor inteligencia para detectar su origen y los sitios donde comercializan los objetos robados.
@amarilloalarcon