En el marco del festejo del Día del Niño, El Poder del Consumidor (EPC) y la Red por los Derechos de la Infancia (REDIM) presentaron los resultados del monitoreo de publicidad de comida chatarra en la televisión, reafirmando que la regulación de esta publicidad, “ha fracasado en proteger los derechos de la infancia”.
Si se toma en cuenta que los programas más vistos por los niños, “en una semana, pueden estar expuestos a 42 marcas distintas de productos chatarra (sin contar otros alimentos que, pese a cumplir con los criterios nutrimentales “siguen siendo una fuente importante de azúcares, como néctares, yogurts azucarados y cereales de caja para el desayuno).
Con base en el monitoreo, se estima que en una semana, se transmiten en promedio 272 anuncios de comida chatarra en los programas y horarios más vistos por los niños; en un año, se transmiten 13,056 anuncios de comida chatarra.
Los niños pequeños que aún no acuden a la primaria o aquellos en edad escolar que cursan el turno vespertino están también expuestos a más anuncios transmitidos en ambos canales, de pastelillos, chocolates, galletas, helados y dulces.
“La influencia de esta publicidad puede en muchos casos traducirse en compra y consumo de comida chatarra”, alertaron.
En un año se transmiten 15,744 anuncios al año de comida chatarra en los programas y horarios más vistos por los niños y para publicitar algunos productos chatarra se utilizan personajes animados o participan figuras famosas que, de acuerdo a los criterios de la UNICEF, son elementos que llaman la atención de los niños y que deberían ser regulados.
El único producto saludable que se anunció en las 65 horas de grabación fue el agua embotellada, sin embargo, hay una total ausencia de publicidad de alimentos saludables como verduras y frutas, apuntaron los defensores de infantes, adolescentes y consumidores.
Fiorella Espinosa, investigadora en salud alimentaria de El Poder del Consumidor resaltó que “el monitoreo permite confirmar que los niños siguen bombardeados de publicidad de comida chatarra a través de la televisión. La población infantil además de exponerse a este tipo de publicidad en plataformas en internet, en los espacios públicos y en los propios empaques. Es relevante minimizar la exposición de la infancia a ambientes obesigénicos.
Alejandro Calvillo, director de El Poder del Consumidor, apuntó que “diversos estudios han mostrado que una regulación débil tiene un efecto similar a la ausencia de la regulación”.