Hoy, el mundo del arte sufre la pérdida de Fernando Botero, quien falleció este viernes 15 de septiembre a los 91 años, dejando un importante legado para la pintura y la escultura con una corriente sinigual caracterizada por los grandes tamaños: el boturismo.
Algunos lo califican como un realismo mágico del volumen, mientras que otros afirman que Fernando Botero tuvo influencias del muralismo mexicano con interesantes guiños del monumentalismo de Paolo Ucello o Piero de la Francesca.
Y es que, en alguna etapa de nuestra vida, hemos llegado a ver esas curiosas pinturas de mujeres y hombres voluptuosos, con caras hasta cierto punto tiernas, pero con toda la historia de Colombia, por ejemplo: “La Muerte de Pablo Escobar” (1999) o “Bailando en Colombia” (1980).
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La Historia de Botero y los aspectos que casi nadie conoce
El pintor y escultor Fernando Botero, tuvo su primera exposición en 1951, a sus 19 años, en Bogotá; y de ahí, estuvo prácticamente solo en el foco internacional durante cinco décadas, sin que nadie le hiciera competencia. De la misma manera como lo estuvo Gabriel García Márquez en el ámbito literario.
El duro inicio de un artista
El padre de Botero era vendedor ambulante y falleció a los 40 años, por lo que, tanto su madre y sus dos hermanos quedaron en la miseria por bastante tiempo.
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Botero no pinta personas gordas
La disrupción de la belleza y cánones estéticos es un gran juego que plasma Botero en cada uno de sus cuadros, sin embargo, el artista insistió en varias ocasiones que él no pintaba a “gordos”, lo que pintaba era volumen.
La manipulación del espacio era lo que originaba la monumentalidad de sus figuras, creando así la “sensualidad de la forma”.
Botero iba para ser torero
El tío de Fernando Botero se matriculó en una escuela de formación de toreros en 1944, donde pudo constatar que aquel niño gustaba de pintar más a los toros que luchar contra ellos. De ahí viene que las primeras obras de este artista fueran acuarelas de toros y matadores.
Atentados contra el arte
En 1994, Botero fue víctima de un secuestro fallido y en 1995 un grupo terrorista colocó una bomba bajo su escultura “Pájaro”, que había donado a la ciudad de Medellín. El ataque tuvo lugar en un festival de música y mató a 23 personas e hirió a otras 200.
Fernando Botero (Medellín, Colombia, 1932) es un artista que ha marcado una época y un estilo con el que ha expuesto en algunos de los lugares más emblemáticos del mundo, como Park Avenue en Nueva York, Pekín, Berlín, Florencia o los Campos Elíseos en París.