En Honduras las autoridades trasladaron a más de mil 600 presos de ‘alta peligrosidad’ a dos cárceles de "máxima seguridad".
Según el Instituto Nacional Penitenciario (INP), 802 reos de la pandilla Barrio 18 fueron trasladados bajo "fuertes medidas de seguridad" desde la cárcel de Ilama, departamento occidental de Santa Bárbara, conocida como "El Pozo", hacia "La Tolva", en el municipio de Morocelí, departamento de El Paraíso, oriente del país.
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La Policía Militar trasladó también 826 pandilleros "de alta peligrosidad" de la Mara Salvatrucha (MS13) desde La Tolva hacia El Pozo.
El Gobierno hondureño tiene previsto construir una cárcel de máxima seguridad en las Islas del Cisne, para aislar a corruptos, narcotraficantes y jefes de pandillas.
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Según informes oficiales, los reos peligrosos, pandilleros, narcotraficantes y sicarios, entre otros, ordenaron crímenes de reciente y vieja data desde el interior de las cárceles de ciudades como Tegucigalpa, San Pedro Sula y otras de las más importantes del país.
Las prisiones de Honduras también son escenario de muertes de reos, ahorcamientos y asesinatos, como lo fue la tragedia que ocurrió el pasado 20 de junio en el Centro Femenino de Adaptación Social (Cefas), cercano a Tegucigalpa, donde murieron 46 mujeres.
Un día después de la matanza en el Cefas, la presidenta de Honduras, Xiomara Castro, ordenó la intervención de las prisiones por parte de la Policía Militar y lanzó la operación Fe y Esperanza.
Según el mandato de la presidenta de Honduras, durante un año la PMOP deberá "reclutar, capacitar y formar por lo menos 2 mil nuevos custodios de centros penales, en cumplimiento de la Ley del Instituto Nacional Penitenciario (INP)". Con información de EFE