Las autoridades sirias descartaron este lunes que el terremoto de entre 7.4 y 7.8 grados de intensidad, según diversas fuentes, que esta mañana golpeó Turquía y Siria vaya a causar un tsunami, ya que se produjo alejado del mar y en "una masa de tierra".
Así lo informó el director del Centro Nacional del Observatorio Sísmico de Siria, Raed Ahmed, en declaraciones recogidas por la agencia oficial del país árabe SANA.
"El terremoto principal fue de 7.7 grados que ocurrió en el norte de la zona de Leuaa Al Iskandarún en una masa de tierra, no en el mar, por lo que no hay indicios de la ocurrencia de olas de tsunami como creen algunos", indicó el experto.
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A primera hora de esta mañana, el Departamento de Protección Civil italiano emitió una alerta por posibles olas en sus costas tras el terremoto.
La alerta fue emitida en base a los datos procesados por el Centro de Alerta de Tsunami del Instituto Nacional de Geofísica y Vulcanología de Italia.
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Poco después, dicha alerta fue levantada y se reanudó el tráfico ferroviario en las regiones de Sicilia, Calabria y Apulia, donde había sido suspendido esta madrugada.
Centenares de personas murireron y se han reportado ya miles de heridos, así como miles de viviendas destruidas por el terremoto que golpeó Turquía y Siria durante la madrugada de este lunes.
El sismo se localizó en la región turca suroriental de Anatolia, en la frontera con Siria, y entre las ciudades más cercanas al epicentro, a unos 30 kilómetros, se encuentra Gaziantep, una de las mayores de Turquía.