Las amenazas fueron en serio cuando el grupo insurgente de los hutíes o huzíes, advirtieron que seguirían llevando a cabo ataques en respuesta a la ofensiva israelí sobre la Franja de Gaza, si la agresión no llegaba a su fin, pues ahora, con el reciente secuestro de un buque en el Mar Rojo, todo apunta que serán los nuevos rehenes en esta guerra de Israel-Palestina
Mohammed Ali al Houthi, líder del gobierno provisional de los rebeldes yemeníes escribió en su cuenta de ‘X’ que "si Estados Unidos e Israel paran y cesan la matanza de palestinos en Gaza y traen agua, medicamentos y alimentos, entonces podrán hablar del buque israelí".
El secuestro del barco japonés 'Galaxy Leader' con bandera de Bahamas por parte de los rebeldes yemeníes hutíes en el mar Rojo, se produjo poco después de que el grupo amenazase con ataques contra barcos de propiedad o gestionados por empresas israelíes.
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¿Quiénes son los hutíes y por qué secuestraron el buque?
Los hutíes son miembros de un grupo rebelde también conocido como Ansar Allah (Partidarios de Dios), que se adhiere a una rama del islam chiita conocida como zaidismo, originarios de Yemen, ubicado en Medio Oriente, muy cerca de Arabia Saudita y Omán.
Los hutíes han indicado que el secuestro es una medida de represalia en respuesta a los "atroces actos de Israel contra el pueblo palestino en Gaza y Cisjordania" y ha pedido a otros países mantenerse alejados de la zona. Además, amenazaron con atacar todos los buques que tengan algún tipo de relación con Israel.
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Israel niega nexos con la embarcación secuestrada
No obstante, las autoridades israelíes han recalcado que no se trata de una embarcación israelí y han tildado el secuestro de "incidente grave con consecuencias globales". La oficina del primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, confirmó el domingo el secuestro del buque y atribuyó lo ocurrido al "terrorismo iraní".
Teherán se ha desvinculado del incidente, mientras que Japón ha condenado "de forma contundente" el suceso. El buque secuestrado es el 'Galaxy Leader', gestionado por la empresa Nippon Yusen, tal y como reveló este lunes por parte del portavoz del Gobierno japonés, Hirokazu Matsuno.