Tras una serie de investigaciones llevadas a cabo por un fiscal suizo, sobre la posibilidad de que el rey emérito de España haya destinado fondos ilegales a paraísos fiscales, el retirado monarca español ha decidido abandonar el país para no afectar la imagen de la corona y de su hijo, el rey Felipe VI.
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El fiscal suizo Yves Bertossa, quien ha destapado este caso, envió a la fiscalía anticorrupción de España todos sus hallazgos, tras casi dos años de investigación, acompañando su informe con una comisión rogatoria en la que describe los principales movimientos de una cuenta presuntamente abierta en Panamá de la que es titular Juan Carlos I, así como las declaraciones de un grupo de personas muy cercanas al rey emérito, en el que aprecia indicios de un presunto delito fiscal y de blanqueo de capitales.
Aunque no se sabe dónde residirá a partir de ahora, el abogado de don Juan Carlos ha declarado que su cliente "permanece a disposición en todo momento del ministerio fiscal para cualquier trámite o actuación que se considere oportuna".