Dos pueblos situados en las proximidades de la presa de Guajataca, al noroeste de Puerto Rico, han sido desalojados por el temor a que se rompa esa infraestructura, que resultó afectada por los estragos que dejó a su paso el huracán María.
Los ciudadanos están siendo desalojados “todo lo rápido que se puede” desde Isabela y Quebradilla, informó el Servicio Nacional de Meteorología (SNM), quien advirtió de que la situación es “extremadamente peligrosa“.
El fallo se debe al exceso de capacidad de la presa por las lluvias y desbordamientos de ríos que ha traído consigo el ciclón a su paso esta semana por Puerto Rico, lo que está provocando que su estructura esté cediendo.
De acuerdo a datos oficiales del Centro Geológico de Estados Unidos (USGS), el agua, antes del paso del huracán, ya había subido casi un metro por las lluvias caídas.
Previo a la orden de desalojo el SNM había advertido de peligro de inundaciones en la zona.
Las autoridades locales han instado a las poblaciones que busquen refugio en “lugares más altos” que la presa, que fue construida en 1920.