Las próximas elecciones estadunidenses están a más de mil 200 días de distancia, pero el presidente Donald Trump ya está pidiendo dinero para financiar su campaña, y eligió al Trump International Hotel, a dos pasos de la Casa Blanca, como recaudador de fondos.
Este miércoles, el presidente de Estados Unidos participará en una cena a beneficio del Partido Republicano y de su propia campaña de reelección, con lugares en la mesa a partir de los 35 mil dólares.
Mientras que la situación es para muchos incómoda, ha sido parte de la vida política estadunidense por mucho tiempo que el presidente contribuya con los eventos de recaudación de fondos, sean para su partido o para su propia causa.
Pero en el caso del magnate de negocios convertido en presidente, las cosas son un poco más complicadas: los ricos donantes que van a escucharle hablar el miércoles por la noche estarán contribuyendo no sólo con su futura campaña, sino también con su imperio inmobiliario.
Aunque el millonario mandatario ha confiado a sus hijos la gestión cotidiana de sus intereses empresariales, conservó toda su participación en la Organización Trump.
Unos 200 legisladores demócratas recientemente presentaron una demanda contra Trump, argumentando que está violando la Constitución al aceptar pagos extranjeros a través de su imperio de hoteles, campos de golf y otras propiedades.
Otra demanda presentada por los fiscales generales de Maryland y Washington DC afirma que el Trump International Hotel, que abrió unas semanas antes de las elecciones de noviembre, goza de una ventaja injusta sobre los locales rivales debido a sus vínculos con la presidencia.
La ubicación del hotel de lujo, en un antiguo edificio de correos, es un símbolo en sí mismo: la Avenida Pensilvania une a la Casa Blanca con el Capitolio, sede del Congreso.