El presidente Barack Obama se sumó hoy a millones de estadounidenses que recordaron la memoria de Martin Luther King, en momentos en que la convivencia racial en este país parece distante y aún elusiva.
Nunca como en otra presidencia de Estados Unidos, el tema de las relaciones raciales, y en particular entre los afroestadounidenses y los blancos, generó tantos reflectores como durante los ocho años del primer presidente negro.
En su discurso de despedida la semana pasada en Chicago, Obama aludió el tema racial y consideró que aunque personalmente siente que ha habido avances, el asunto se mantiene como “una potente y divisoria fuerza en nuestra sociedad”.
“He vivido lo suficiente para saber que las relaciones raciales están mejor que lo fueron 10, 20 o 30 años, sin importar lo que la gente diga, pero no estamos donde deberíamos y todos tenemos más trabajo que hacer”, declaró entonces.
El tema pesará igualmente en la presidencia de Donald Trump, quien fue repudiado por el electorado afroestadunidense el 8 de noviembre, habiendo obtenido apenas el 8% del voto de este importante segmento electoral, algo que quedó manifiesto durante las campañas.
Trump se reunió este lunes con líderes del movimiento de derechos civiles en su torre en Nueva York, incluyendo a Martin Luther King III.
Mike Pence, el vicepresidente electo, visitó en esta capital el monumento erigido en memoria del líder civil y Obama optó por un perfil más privado para guardar la ocasión.
“El doctor King y aquellos que marcharon con él demostraron que la gente que ama su país puede cambiarlo. Como estadunidenses todos tenemos una enorme deuda con ellos”, dijo el mandatario en su cuenta oficial de Twitter, en ocasión del Día de Martin Luther King.
Obama y su esposa Michelle se sumaron a otros voluntarios pintando un mural en un albergue en esta ciudad como parte de su compromiso con el trabajo comunitario, como hicieron millones más para honrar a King, quien el pasado 15 de enero habría cumplido 88 años de edad.
Al igual que lo hizo el mandatario, Trump recurrió a su cuenta de Twitter para aludir la fecha, un feriado nacional que mantuvo cerradas oficinas de gobierno, bancos y escuelas de educación básica.
“Celebren el Día de Martin Luther King y todas las muchas maravillosas cosas que él defendió. Honrémoslo por ser el gran hombre que fue”!, señaló Trump.
Trump recién criticó al congresista demócrata John Lewis, uno de los líderes del movimiento que marchó al lado de King, luego que éste lo calificó como un presidente ilegítimo y se sumó a otros legisladores que no asistirán a la toma de protesta presidencial este viernes.
A casi 59 años del asesinato de Luther King una ligera mayoría de estadunidenses, incluyendo aquellos de raza negra, consideran que las relaciones raciales han empeorado bajo la presidencia de Obama, quien alcanzó el poder bajo la promesa de esperanza.
La elección de Obama avivó la expectativa de que las relaciones raciales mejorarían, especialmente con la comunidad negra.
Sin embargo, en años recientes las muertes a manos de la policía de personas de raza negra polarizaron el tema, dando lugar al nacimiento de movimientos como “Black Lives Matter” (Vidas Negras Importan), que se insertó incluso en el debate electoral.
El propio Obama se colocó en el centro de esta debate en el 2012, poco después del asesinato del joven afroestadunidense Trayvon Martin, de 17 años, a manos del vigilante comunitario George Zimmerman, de raza blanca, en la comunidad de Sanford, Florida.
Obama fue acusado de haber avivado las tensiones raciales después que declaró, “si yo tuviera un hijo, él se parecería a Trayvon”, cuando reaccionó ante ese incidente.
El pesimismo por el estado de las relaciones entre blancos, negros, hispanos, asiáticos y nativos, es compartido a través de todos los grupos, según lo evidenció una reciente encuesta del diario The New York Times y la televisora CBS.
Un 62% de los estadounidense dijo que las relaciones han empeorado, contra 9% para quienes están mejorando, en tanto que 28% consideró que no ha habido cambios.