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En entrevista con Pamela Cerdeira, para MVS Noticias, Ivonne Ortega, coordinadora de Movimiento Ciudadano en la Cámara de Diputados, habló sobre por qué MC advirtió que militares en activo podrán competir por cargos de elección popular con reforma en materia de Guardia Nacional.
Ortega cuestionó directamente las implicaciones de esta reforma impulsada desde el Ejecutivo federal, y lamentó que haya sido propuesta por una presidenta que históricamente se ha manifestado contra el abuso del poder militar. “Me extraña, por ejemplo, que esta iniciativa venga de la presidenta, quien ha sido una luchadora de toda la vida en contra de los abusos militares. Recordemos el 2 de octubre”, dijo.
¿Qué menciona el artículo 35 sobre la participación en elecciones?
La legisladora explicó que el artículo 35 constitucional contempla ciertas licencias para los miembros del Ejército que desean participar en elecciones, incluyendo la solicitud de una separación del cargo 90 días antes del proceso. Sin embargo, detalló que la reforma incluye un nuevo artículo —el 44.3— que amplía estos permisos para la Guardia Nacional, permitiéndoles no solo competir en elecciones, sino también ocupar cargos administrativos en todos los niveles, incluyendo organismos descentralizados como Pemex, CFE, IMSS o ISSSTE.
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“Esto que viene en esta ley no es idéntico a lo que tiene hoy el Ejército. Le agregan licencias especiales, y al final dice que pueden ser cargos de elección popular, administrativos y también descentralizados”, advirtió Ortega.
¿Cuáles son los riesgos?
La diputada señaló que esta modificación pone en riesgo la gobernanza civil del país, ya que permite que el mando supremo —la presidenta o presidente— otorgue licencias especiales a militares en activo para ocupar cargos civiles, lo que podría derivar en el uso político de la Guardia Nacional.
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“Vamos a suponer que en un estado llega la Guardia Nacional, toma el control y 90 días antes piden licencia… ¿quién se va a atrever a competir con ellos? Desde mi punto de vista, esto suena a golpe de Estado”, expresó.
Además, advirtió sobre un escenario en el que, bajo la figura de desaparición de poderes, un militar pudiera sustituir a un gobernador incómodo para el régimen. “Pudieran quitar a algunos gobernadores, presidentes municipales o a alguien que le compita a la presidencia”, alertó.
Finalmente, Ortega reprochó que los legisladores oficialistas aprueben sin cuestionar las reformas enviadas desde el Ejecutivo. “Me parece que ni siquiera leen lo que les mandan. Su compromiso está con la presidenta, por un cargo. Vimos el caso de Cuauhtémoc Blanco, en donde ni los de Morena votaron a favor de una mujer que estaba acusando a un posible violentador sexual”.
Ortega concluyó que México atraviesa un retroceso democrático más grave que el de los años setenta. “No solo estamos viviendo lo mismo que se vivía entonces, sino algo peor”.