ENTREVISTAS ANA FRANCISCA VEGA

'Agricultores pobres en México tienen que encontrar cómo pagar extorsiones': Luis Miguel González

"Lo que creo que lo que nos está mostrando esta crisis es cómo las extorsiones no perdonan ni siquiera a grupos muy pobres, muy vulnerables", dijo Luis Miguel González, director editorial del diario El Economista.

Enfrentamiento en el Estado de México.
Enfrentamiento en el Estado de México.Créditos: Cuartoscuro
Escrito en ENTREVISTAS el

Audio relacionado

Su navegador no soporta la reproducción de audio por HTML 5
Colaboración Luis Miguel González

En su colaboración para MVS Noticias con Ana Francisca Vega, Luis Miguel González, director editorial del diario El Economista, habló sobre ¿Cuál es el costo económico de las extorsiones y el crimen organizado?  

Explicó que cuando se ven los estudios de la Coparmex sobre el costo de las extorsiones en la economía mexicana, se parte del supuesto de que son empresas establecidas las mayores víctimas y probablemente en el monto de dinero, puede ser que sí.  

"Lo que creo que lo que nos está mostrando esta crisis es cómo las extorsiones no perdonan ni siquiera a grupos muy pobres, muy vulnerables", dijo.  

Empresas en México son víctimas de extorsión

Agregó que la dificultad de saber lo que está pesando las extorsiones en la economía mexicana; pues se dice en las encuestas que hace el Inegi, que el 24 por ciento de las empresas en México reciben algún tipo de presión equivalente a extorsión.  

Señaló que prácticamente en todo el territorio nacional ocurre, pero hay actividades económicas que son más vulnerables.  

Mencionó que un estudio del Instituto para la Economía y la Paz dice que la violencia en México cuesta el 18 por ciento del PIB y la variable es precisamente las extorsiones, por encima de secuestros y los homicidios.  

"No hay actividad en la que no se pueda aplicar alguna forma de extorsión", expresó.  

Luis Miguel González añadió que a partir del episodio en el Estado de México, se visualiza que no sólo son víctimas los agricultores ricos, que tienen con qué pagar, sino también con agricultores pobres que tienen que encontrar la manera de pagar aunque signifique dejar de comer.