Bad Bunny llegó al Estadio GNP Seguros como si hubiera puesto el modo “legendario” en su propio concierto. La primera de 8 noches en la Ciudad de México no solo arrancó con energía desbordada, sino con un regalo inesperado que hizo brincar a todo el recinto: una canción sorpresa que, según la dinámica del tour, solo sonará una vez en territorio mexicano.
Justo cuando el público pensaba que el show estaba por terminar, las pantallas del escenario incluidas esas famosas de la “Casita” que han generado memes, debates y hasta teorías conspirativas empezaron a emitir un mensaje misterioso. Silencio general. Expectativa al máximo. Y de pronto… apareció él. Bad Bunny regresó a su ADN más callejero y tiró “Chambea” como si fuera 2017 otra vez.
México se suma al club de las canciones únicas
Con este movimiento, México se convirtió oficialmente en el tercer país del tour en recibir una canción exclusiva. Antes, el puertorriqueño encendió República Dominicana con “25/8” y dejó a Costa Rica sin aire con “Caro” y “Te deseo lo mejor”.
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Además, en fechas sueltas ha soltado joyitas como “Después de la playa” y “Dema Ga Ge Gi Go Gu”. En total, ya van seis temas que aparecen y desaparecen como Pokémon raros.
La gran pregunta ahora es si Bad Bunny repetirá la dinámica en las próximas noches de CDMX o si “Chambea” será la única bendición sorpresa para el público mexicano. Nada está confirmado y, con él, nunca se sabe.
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“Chambea”: el regreso del Bad Bunny más icónico
Para muchos, escuchar “Chambea” en vivo fue como subirse a una máquina del tiempo con luces moradas y perreo integrado. El tema marcó la entrada de Bad Bunny al mapa global y se convirtió en un sello inconfundible de su primera etapa. Además, su video hizo historia gracias a la aparición del mismísimo Ric Flair, ícono de la WWE, que se animó a gritar “Wooooo!” junto al Conejo Malo.
La interpretación levantó a todo el estadio. Hubo salto sincronizado, hubo lágrimas, hubo fans abrazándose como si estuvieran recibiendo un premio Grammy grupal. Y así, entre euforia, nostalgia y sudor colectivo, Bad Bunny cerró una noche que apenas es el inicio de una semana cargada de sorpresas.
Con este arranque, queda claro que las siguientes fechas podrían traer más momentos irrepetibles. Al final, solo hay una regla en los conciertos del Conejo Malo: espera lo inesperado.