El proceso de relocalización (nearshoring) puso a México en el lugar más favorable del mundo, afirmó el Centro de Estudios Económicos del Sector Privado (CEESP), pero advirtió que para aprovechar sus beneficios es fundamental la existencia de órganos autónomos que aseguren un ambiente de legalidad.
El organismo dijo que la posición del gobierno es fundamental en este entorno, toda vez que es el responsable de establecer y vigilar el mejor ambiente posible.
En su reporte semanal, el CEESP indicó que la insistencia en desaparecer los órganos autónomos e independientes solo limitará su función a los deseos del gobierno.
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Además, destacó que un ambiente de negocios idóneo requiere de órganos autónomos e independientes que propicien las mejores condiciones de mercado.
En este sentido, el centro que pertenece al CCE, sostuvo que han señalado en repetidas ocasiones que las ventajas el proceso de relocalización (nearshoring), sin embargo, a cuatro años de iniciado este proceso, hasta ahora no se han hecho visibles sus beneficios ni en el ritmo de avance de la economía ni en las expectativas de crecimiento para los próximos años.
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El CEESP señaló que la falta de una infraestructura suficiente y moderna que reduzca significativamente los costos de transporte y de una política de energía eficiente que garantice la operación del sector productivo han hecho más cautelosa la inversión.
No obstante, es un hecho que la condición necesaria para la prosperidad es un Estado de Derecho que garantice reglas claras y justas que impulsen la inversión productiva a través de una regulación eficiente que estimule la operación de las empresas ya establecidas, la creación de nuevas, especialmente MiPymes, así como a los nuevos emprendedores.