IMEF baja estimación de crecimiento para 2020, de -4% a -6.7% en abril

El IMEF estimó que la inflación se situará en 3.55% a final de este año.

Para 2021, se espera una recuperación económica con una tasa de crecimiento de 2%
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Ante el deterioro de las expectativas y la incertidumbre actual sobre el impacto real de la pandemia del Covid-19, el Instituto Mexicano de Ejecutivos de Finanzas (IMEF) revisó a la baja su estimado de crecimiento para 2020 de -4% a -6.7% en abril.

El instituto informó que para 2021, se espera una recuperación económica con una tasa de crecimiento de 2%.

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Ángel García Lascurain, presidente del IMEF, lamentó que el apoyo ofrecido por el gobierno sea insuficiente y eso provocará que la recuperación sea más lenta y la economía mexicana sea más pequeña, debilitada y no tenga la capacidad de recuperar su valor.

Explicó que la respuesta de política económica en México ha sido, hasta ahora, insuficiente para dotar de liquidez a las empresas, a las familias y para proteger el empleo.

El IMEF estimó que la inflación se situará en 3.55% a final de este año, abajo del 3.95% de la encuesta previa; mientras que para 2021, se estima una tasa de 3.62% por debajo del 3.80% anterior.

Finalmente, en cuanto al tipo de cambio, se espera un nivel de 23.15 pesos por dólar a finales de este año y de 22.85 en 2021.

El IMEF no descartó que pueda bajar a un más la calificación crediticia de México, pues sigue creciendo la percepción de riesgo y en el soberano, la posibilidad de perder el grado de inversión.

Gabriel Casillas, presidente del Comité de estudios económicos del IMEF, reconoció que aún estamos bajo la lupa de las calificadoras que esperan mayores acciones, sobre todo para salvar a las empresas, que generarán los empleos en el país. Además advirtió que si se llega a perder el grado de inversión enfrentaríamos una fuga de capitales.

En este sentido, Angel García Lascurain, sostuvo que el frente de gobernadores contra la federación crea un ambiente político dividido que se suma al distanciamiento reciente entre el sector privado y el gobierno federal, lo que se traduce en desconfianza en los proyectos de inversión.