El secretario de Energía estadounidense, Rick Perry, elogió el objetivo del presidente electo de México, Andrés Manuel López Obrador, de poner fin a las importaciones masivas de gasolina y diesel, casi todas ellas provenientes de Estados Unidos, como una medida que impulsará la prosperidad de su vecino del sur.
Durante una visita el miércoles a la capital mexicana, en la que se reunió con funcionarios actuales y asesores del presidente electo, Andrés Manuel López Obrador, Perry hizo a un lado las preocupaciones de que las refinerías estadounidenses puedan perder su mayor mercado extranjero.
“Es una buena meta para México. Me quito el sombrero ante el presidente electo por tener eso como meta”, dijo Perry, exgobernador de Texas, el estado que más energía produce y que más refina en Estados Unidos.
En lo que va del año, México ha importado un promedio de 1.19 millones de barriles por día (bpd) de combustible, incluyendo gasolina y diesel, según la Administración de Información de Energía de Estados Unidos.
Las importaciones de combustibles representan ahora el 60 por ciento del consumo total del país, pues el procesamiento de crudo en las refinerías nacionales de México ha disminuido constantemente.
López Obrador consiguió una aplastante victoria el mes pasado y en diciembre asumirá el cargo como primer presidente de izquierda en México en décadas.
Ha prometido poner fin a las importaciones de gasolina en un plazo de tres años y aumentar la producción nacional de combustibles de valor agregado, comprometiéndose a modernizar las seis refinerías de la estatal Pemex, así como a construir una nueva.
“Eso no va a pasar de la noche a la mañana; él lo sabe, nosotros lo sabemos”, dijo Perry a un grupo de reporteros el miércoles por la tarde después de reunirse con el jefe de gabinete designado por López Obrador, Alfonso Romo, y su futura secretaria de Energía, Rocío Nahle.
Perry dijo que Romo también se reunió con David Malpass, subsecretario de Asuntos Internacionales del Departamento del Tesoro de Estados Unidos.
“Lo que escuché hoy fue un poco de realismo tanto de Nahle como de Romo”, añadió, sin entrar en más detalles.
La American Fuel and Petrochemical Manufacturers (AFPM), que representa a las refinerías estadounidenses, no respondió inmediatamente a una solicitud de comentarios sobre las declaraciones de Perry.
Perry señaló el crecimiento de los mercados sudamericanos como nuevos compradores potenciales de productos refinados estadounidenses, señalando que la producción de petróleo de Venezuela ha caído en picada en medio de una importante crisis económica.
“Muy probablemente, vamos a tener más mercados que productos”, dijo. (Reporte adicional de Marianna Párraga, traducido por Adriana Barrera Editado en español por Javier López de Lérida)